Los mares y océanos del mundo tienen una gran biodiversidad y una gran variedad de hábitats singulares que abastecen al ser humano de servicios y bienes como alimentos, minerales, energía o ocio. Sin embargo, desgraciadamente, algunas de las acciones que el hombre realiza para aprovechar estos recursos pueden provocar degradación, destrucción, fragmentación y, en algunos casos, pérdida de los hábitats marinos. Así, se considera que no existen zonas oceánicas que no se ven afectadas por el ser humano, y más aún, en el 41% de la superficie de los océanos, la influencia humana se considera muy elevada. Por ello, los hábitats naturales marinos están amenazados y se ha demostrado que deben gestionarse mejor que hasta ahora.
Desgraciadamente, el conocimiento sobre el tamaño, extensión geográfica y funcionamiento ecológico de los hábitats del fondo marino sigue siendo todavía muy reducido. Por ejemplo, a pesar de que los mares y océanos del mundo cubren el 71% de la superficie mundial, la calidad de la información disponible para la superficie terrestre es la misma que para el 5% y el 10% de los hábitats del fondo marino. Estas razones ponen de manifiesto la dificultad de una gestión eficiente de los recursos naturales a la vez que protegen los hábitats y la biodiversidad.
Con el fin de ayudar a superar estas barreras, se diseñó un programa de investigación para cartografiar el fondo marino y los hábitats del País Vasco. El objetivo principal de la investigación era obtener conocimientos científicos sobre las características, procesos y hábitats del fondo marino. Al mismo tiempo, generar información útil para facilitar la propuesta de las medidas de gestión más adecuadas y la aplicación de legislaciones autonómicas, nacionales y europeas.
Los métodos de muestreo marinos convencionales --buceo, dragas para la toma de muestras de sedimentos y organismos del fondo marino, y tecnologías para la obtención de imágenes submarinas - están limitados por la profundidad. Por ello, es difícil analizar el ecosistema marino y comprender su complejidad.
Afortunadamente, el desarrollo tecnológico de las últimas décadas ha permitido avances importantes en técnicas de muestreo acústico, como los ecoconcentradores y sonares, o las técnicas láser LIDAR. Estas técnicas permiten la realización de mapas y la creación de imágenes de fondo marino a gran escala análogas a las imágenes del suelo (Figura 1a).
Entre ellas, la ecosonda multihaz más utilizada para la creación de la cartografía de la costa vasca (Figura 1b). Su funcionamiento consiste en emitir un pulso acústico enviado desde un barco y recoger el eco que genera la onda acústica al chocar sobre el fondo marino. Midiendo el tiempo que ha tardado la onda acústica en realizar este viaje de ida y vuelta se puede analizar la profundidad del mar y sus características físicas.
La cartografía de la costa vasca hasta los 100 m de profundidad (1.096 km 2) tardó 181 días entre 2005 y 2008 (figura 2a). Además, para la mejor caracterización de los hábitats del fondo marino, se recogieron 2.323 muestras de sedimentos y 413 muestras biológicas, vídeos submarinos, datos hidrográficos y datos sobre energía de las olas (Figura 2b).
Toda esta información se integró en bases de datos y en un sistema de información geográfica (SIG) para su posterior análisis e interpretación. Además, se emplearon modelos estadísticos específicos para analizar las características físicas y oceanográficas del fondo marino que caracterizan los hábitats de la costa vasca.
Al analizar los datos descritos anteriormente, se observa que la costa vasca está compuesta por varios tipos y morfologías de fondos marinos. Estas características son el resultado de la interacción de los diversos procesos que se han dado en la historia geológica, influenciados por los movimientos tectónicos, los cambios en el nivel del mar, los aportes sedimentarios de los ríos y las condiciones climáticas, que siguen existiendo en la actualidad. La información sobre estas características morfológicas se utilizó para crear el primer mapa morfosedimentario de alta definición de la costa vasca (Figura 2c).
Según la interpretación realizada, los fondos marinos mixtos formados por rocas y sedimentos ocupan la mitad de su superficie, desde la costa hasta los 100 m de profundidad. En zonas poco profundas se caracteriza por una roca de rugosidad y fuerte pendiente, mientras que a partir de los 40 m de profundidad la pendiente del fondo marino es menor y la superficie de las rocas se suaviza (Figura 3).
Además, se han identificado los restos característicos de los procesos geológicos en los fondos marinos formados por rocas y rocas hasta ahora desconocidas. Entre ellos se encuentran los cauces de las antiguas regatas (más de 40) y las terrazas submarinas (9). Estas morfologías son trazas de estructuras creadas cuando el nivel del mar se encontraba a varios metros por debajo de lo que conocemos (Figura 4).
Por otra parte, los fondos sedimentarios marinos aparecen como bancos residuales que se extienden a mayores profundidades desde las playas y las bocas de los estuarios, ocupando el 36% de su superficie. En estos fondos marinos se han encontrado diversas morfologías que dan idea de los modelos de dinámica sedimentaria generados por las corrientes.
Finalmente, se han analizado las estructuras creadas por el hombre. En este sentido, se han cartografiado los barcos sumergidos y los sumideros y conducciones submarinas. Entre ellos, los restos de dragados en puertos y canales de navegación son los que mayor superficie ocupan (2%).
La diversidad geomorfológica y las características del fondo marino anteriormente descritas tienen una gran influencia en la distribución geográfica, distribución de hábitats y características de las biocenosis, es decir, en las comunidades vegetales y animales que conviven.
Los análisis han revelado que los parámetros que más influyen en las biocenosis y su distribución espacial son la profundidad, las características sedimentológicas y la energía de las olas en relación a los hábitats sedimentarios. La combinación de estos factores ambientales incide en la estabilidad y productividad de los hábitats, a la vez que condicionan la biodiversidad, la riqueza de especies y las características ecológicas de las especies. Por ejemplo, se ha comprobado que a mayor profundidad, y por tanto, en hábitats con condiciones ambientales más estables se encuentran en mayor proporción especies con una vida más larga, un mayor tiempo de maduración y un mayor tiempo de crecimiento. Estas características indican la sensibilidad del hábitat y su capacidad limitada de recuperación en caso de destrucción física. Es normal encontrar esponjas y corales en estos hábitats (Figura 5).
Los resultados obtenidos han supuesto mejoras significativas en diferentes ámbitos. Por ejemplo:
- Conocer el hábitat de algunas especies de importancia comercial como la langosta.
- Para la gestión de algunas especies de interés para la conservación y su conservación, conociendo las características y distribución espacial de sus hábitats más apropiados.
- En la primera fase se ha utilizado también para seleccionar la ubicación más adecuada a la hora de instalar los aparatos de generación de energía de las olas.
- También puede ser útil para seleccionar áreas marinas que por sus características ecológicas deberían ser protegidas.
Esta investigación ha supuesto un importante avance científico en la cartografía del fondo marino. Por un lado, se han utilizado las técnicas más modernas de última generación y, por otro, se han analizado de forma conjunta los datos biológicos, geológicos y oceanográficos, lo que ha unido numerosos campos de la ciencia marina.
Está asumido que el conocimiento científico es imprescindible para poder implementar las medidas de gestión adecuadas. El conocimiento generado en esta investigación ha sido publicado en 15 artículos científicos de diversas revistas internacionales y ha sentado la base para otros estudios científicos. Además, tiene un papel destacado en la gestión ambiental y de recursos de la costa vasca.
Agradecimientos
Directores de la tesis, AZTI-Tecnalia y el equipo que ha colaborado en el desarrollo de este trabajo.
Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco.
MESH Atlantic: Programa Transnacional Cooperation 2007-2013 of the European Regional Development Fund.
Diputación Foral de Gipuzkoa.
Joxe, Iñigo e Irantzu por las recomendaciones de preparación del texto.