Anillos de los árboles a la venta de la historia

Mendiburu, Joana

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

Muchas veces hemos quedado viendo los anillos del tronco que marcan la vida del árbol. Pero además de espectacular, lo que en nuestros ojos parece tan implícito es una ciencia que nos explica la edad, el entorno y la historia del árbol: la dendrocronología.

La dendrocronología es conocer la edad e historia del árbol a través de la lectura de los anillos que aparecen en la sección del tronco. Se puede decir que los árboles con estos anillos llevan escrita su vida e historia y, paso a paso, sólo hay que analizarlos y leerlos como las páginas de un libro de la historia.

¿Cómo se crean los anillos?

Como es sabido, las tres partes principales de los árboles de esta zona son las raíces, el tronco y las ramas. Disuelta la sudoración, las sales minerales absorbidas por las raíces y las sustancias orgánicas generadas en el metabolismo de la planta, se eleva desde el tronco y las ramas hasta las hojas. Posteriormente, en las hojas, gracias a la luz, se transforma el sudor y se difunde a través de la planta a través de un tejido conductor denominado "Fórmico", protegido por la corteza troncal. Entre el liber y la madera hay un tejido llamado canbium. Esta última es la responsable del crecimiento secundario de raíces y tallos. Como la actividad del Canbium se detiene en invierno, se observa claramente la producción anual de madera, que son los anillos. A cada año le corresponde un anillo en el tronco.

Como se ha indicado, el canbium está situado entre la madera y la corteza del tronco, por lo que en el tronco recién cortado, el anillo exterior es el que lleva la fecha de este año y para saber cuántos años tiene el árbol basta con contar los anillos que hay hasta el corazón.

El estudio de los anillos de los troncos de los árboles revela la edad y la historia del árbol.

Pero no todos los anillos que forman el tronco son iguales. Las diferencias apuntan a la climatología ocurrida cada año o a las afecciones sufridas por el árbol. El crecimiento anual del árbol está condicionado, entre otras cosas, por factores climáticos y mientras las condiciones meteorológicas adecuadas se reflejan con un amplio anillo, los anillos más finos son un ejemplo de las duras condiciones. Debido a la influencia del clima en el crecimiento, durante la investigación es necesario diferenciar cada zona climática.

Por otro lado, cada tipo de árbol genera anillos diferentes y también hay árboles que cada año hacen dos anillos. En consecuencia, además de la zona climática, es necesario un conocimiento previo del tipo de árbol.

Por último, cabe destacar que la naturaleza es la que en gran medida impone limitaciones a la dendrocronología. De hecho, algunos árboles no tienen anillos de crecimiento, por lo que es imposible llevar a cabo este tipo de investigaciones. Los árboles anillados sólo se encuentran a más de 30 paralelos y Amazonas y otros lugares de interés quedan fuera del campo de investigación de esta ciencia.

Análisis dendrocronológico

La investigación dendrocronológica comienza con la toma de muestras externas y el análisis de árboles vivos. Para ello se seleccionarán preferentemente los árboles más viejos y con anillos más limpios. Para tomar la muestra se perfora el árbol dos veces y se extrae del tronco el objeto de estudio. Este trabajo no hará ningún daño al árbol y en pocas semanas estará totalmente curado.

A continuación se coloca la muestra obtenida sobre otra madera y se procede a su pulido y tratamiento antipolillas. La atención que se presta en esta preparación es fundamental para la lectura microscópica que se va a realizar.

El estudio dendrocronológico comienza con el estudio de los árboles vivos.

En un principio, la primera mirada es suficiente para sacar las líneas maestras de la lectura posterior, pero para poder concretar estas reflexiones iniciales es necesario contar con la ayuda de un microscopio especial que mida y analice los anillos de la muestra. Entre otras cosas, el microscopio se utiliza para medir con precisión el espesor de un anillo tan importante, pero también va a aflorar otras muchas cosas. El dato se introduce en el ordenador y en la pantalla se forma el gráfico del árbol analizado. De esta forma se elabora una base de datos con árboles vivos.

A partir de este primer patrón, los datos de los árboles más viejos vivos y los de los muertos más recientes deben introducirse en el solape, retrocediendo en el tiempo hasta determinar el recorrido cronológico de los anillos. De hecho, se puede observar que los anillos de los árboles que han crecido en la misma zona y en la misma época son iguales, aunque se estudie una época remota.

La base de datos así constituida se convierte en una tabla que permite comparar cualquier muestra. Cuantos más datos introduzcamos y retrocedamos en el tiempo, mejor y más exacto será la base de datos. En Irlanda, por ejemplo, se han realizado mediciones hasta el milagro antes de Cristo.

Este documento de identidad del árbol puede ser utilizado también para analizar la contaminación del medio, la descripción del lugar en el que ha estado plantado o para anticipar el crecimiento de un árbol. Esta técnica permite también la data de edificios y mobiliario antiguo.

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