Olor

Uno de los “descubrimientos” más antiguos durante el desarrollo animal y humano es nuestra capacidad de oler. Utilizando y desarrollando este sentido, tanto los animales como los seres humanos somos capaces de captar información relevante del entorno. La sensibilidad química de los animales permite percibir cambios en las composiciones químicas que se producen a su alrededor. Los cambios que les afectan se registran en sistemas detectores denominados “quimiorreceptores”. Bibliografía Especificidad de los Quimiorreceptores 400
Babesleak
Eusko Jaurlaritzako Industria, Merkataritza eta Turismo Saila