En esta época del año no se dan excepciones, sino que son muchas las personas que, padeciendo el síndrome de la bikini o tratando de hacer frente a esos kilos que esconden los calabros en invierno, sienten inquietud, ganas de adelgazar.
La opción no es, además, modesta. En nuestra sociedad hoy en día son muchos los sistemas que se pueden utilizar para ahuyentar estos kilos: dietas milagrosas, liposucciones, masaje, pastillas de diversos ingredientes, etc.
Sin embargo, en este proceso de adelgazamiento no siempre es difícil eliminar los kilos acumulados, en la mayoría de los casos es más difícil mantener el peso obtenido. Siendo esto así, es evidente que los métodos mencionados, ¡y los que hemos dejado por mencionar!, pueden fallar. Por lo tanto, consideramos imprescindible una dieta equilibrada y saludable que tenga en cuenta las necesidades y características de la persona que quiere adelgazar, ya que de esta manera, además de perder estos kilos, sentaremos la primera base para aprender a alimentarse y fomentar los buenos hábitos asociados, dando comienzo a una serie de hábitos que luego tendrán continuidad.
Si desea actuar correctamente, por lo tanto, le recomendamos que acuda a un dietista que estudie en detalle sus hábitos de alimentación, sus características psíquicas, físicas y fisiológicas, ya que es el encargado de realizar una dieta personalizada en caso necesario.
El proceso de adelgazamiento debe ser lento, podemos perder hasta 3 o 4 kilos al mes, ya que el cuerpo tiene que acostumbrarse y, por supuesto, perder 10 kilos de repente puede perjudicar mucho. Los kilos que normalmente se pierden rápidamente corresponden a líquidos, por lo que son aquellos que se recuperan fácilmente en el momento en que se abandona el método de adelgazamiento utilizado. Además, este despejamiento no nos garantiza la continuidad, por lo que inmediatamente sufriremos el mismo problema.
Los kilos que tenemos que perder al adelgazar son grasas que se acumulan en el tejido adiposo; el cuerpo tiene que trabajar más para deshacerlas, por lo que hay que darle el tiempo necesario a este proceso.
Todas las dietas equilibradas dirigidas al adelgazamiento tienen el mismo objetivo: cambiar hábitos de comida erróneos y fomentar hábitos alimenticios correctos. Como es sabido, es muy difícil cambiar de un día a otro las costumbres que hemos tenido muy arraigadas a lo largo de los años, y ese no es el objetivo. En determinados momentos no podremos seguir estos buenos hábitos (en Navidad, en fiestas especiales, etc.). ), pero siempre tenemos que tener los consejos de la dietista a la vista, nunca abandonarlos y así conseguirás, con paciencia, perder esos kilos y tener una vida más saludable.
Combatir la obesidad para mejorar el funcionamiento de los pulmones Como es sabido, la obesidad no es un problema puramente estético. El sobrepeso supone un riesgo de sufrir muchas capacidades. Conscientes de ello, en Helsinki 11 personas obesas han analizado detalladamente el funcionamiento pulmonar. Los pulmones han medido su funcionamiento antes de perder peso y después de perder peso. Junto con el adelgazamiento, los científicos participantes en este estudio han descubierto que los mecanismos de ventilación pulmonar y la capacidad de volumen mejoraron notablemente. El mantenimiento de nuestro peso va a suponer, por tanto, muchas ventajas para nuestra salud. Intentemos, por tanto, cuidar nuestro cuerpo de una manera adecuada, ya que la salud es más importante que la estética. |