El concepto de salud ha cambiado mucho en los últimos años, sobre todo desde los años 70. Las nuevas definiciones de salud hacen referencia a la relación de la salud y las enfermedades con el medio ambiente.
En la actualidad se utilizan modelos ecológicos para la comprensión y gestión de la salud pública y de la salud laboral que conlleva. Según esta filosofía, entre el individuo y el medio ambiente existiría una relación dinámica de equilibrio: si se rompiera el equilibrio aparecería la enfermedad.
El reconocimiento de la estrecha relación entre salud y medio ambiente es, por tanto, algo normalizado en el pensamiento actual y en el sistema sociopolítico. Así mismo, el crecimiento económico ilimitado actual y el incipiente sistema productivo reconocen que el entorno ha sufrido un desastre enorme. En el centro de los problemas que tiene nuestro planeta hay industrias en las que trabajan trabajadores en su día a día, que no están muy concienciados de las consecuencias de los productos y tecnologías contaminantes que utilizan. Y a pesar de sufrir daños en la salud, muchas veces desconocen la existencia de una relación entre la gravedad del medio ambiente y su enfermedad.
Si bien los impactos ambientales que generan los sectores productivos y las industrias en general son un problema muy grave, hay que decir que la solución de los problemas depende en gran medida de la industria. De hecho, la V Acción Ambiental Comunitaria. El programa considera interesante impulsar acuerdos entre grupos sociales que trabajan en el ámbito industrial para superar los problemas medioambientales.
Los trabajadores y sus organizaciones juegan, sin duda, un papel muy importante en las actividades productivas. Sin embargo, en el camino de la colaboración se manifiestan numerosas inferencias que obstaculizan el acuerdo: por un lado, la falta de confianza mutua entre la dirección y los trabajadores de las empresas genera barreras de comunicación. Por otro lado, se echa de menos una metodología que garantice cambios prácticos en el trabajo diario de la información teórica que se facilita al trabajador. Con el fin de superar estas deficiencias, las metodologías aplicadas con éxito en materia de prevención sanitaria en la salud profesional, concretamente en el puesto de trabajo, para la identificación y evaluación de riesgos para la salud, han comenzado a utilizarse para evaluar los riesgos derivados de los problemas medioambientales.
El programa SAT/OIL (“Salud, Medio Ambiente y Trabajo”) está trabajando en este camino. El objetivo es que el personal se familiarice con los problemas de salud y medio ambiente que se generan en su puesto de trabajo. Su objetivo final sería crear acuerdos dentro de la empresa con la ejecución del proyecto. XIII Comisión Europea. El programa, subvencionado por la Dirección General, incluye las experiencias más avanzadas en pesticidas y disolventes orgánicos llevadas a cabo en la Unión Europea. Siendo un proyecto de participación social, tres sindicatos de trabajadores son los principales impulsores del programa: CC.OO de España, LO de Suecia y TGWU del Reino Unido.
En cada uno de estos territorios se han puesto en marcha dos proyectos sobre pesticidas y disolventes orgánicos, uno de ellos en Gipuzkoa, concretamente en el Polígono Industrial de Itziar. En la reunión que se celebrará el próximo mes de diciembre se analizarán los resultados de todos los programas.
En 1997 se realizó un diagnóstico ambiental en cuatro empresas del Polígono Industrial de Itziar.
En la cabecera del diagnóstico se alcanzó el acuerdo de implantación de medidas correctoras entre IHOBE y las empresas.
Tomando como base esta experiencia, hace un año se decidió aplicar el programa SAT/OIL en el mismo. El programa se ha llevado a cabo en tres empresas, con el consenso de todos los sindicatos de las empresas y tomando como referencia los disolventes.
Se han organizado cursos específicos para explicar los efectos de los disolventes y las mejores prácticas para el personal. Los cursos se han completado con una campaña de sensibilización y al inicio y final de la misma se ha realizado una encuesta para comprobar si el conocimiento del personal ha sufrido cambios. En cada empresa se ha elaborado un mapa de riesgos como conclusión o resultado final del programa.
Como resultado de la experiencia de Itzarri, se ha podido demostrar que OIL/SAT es una herramienta interesante y que utiliza una metodología valiosa, con la doble conclusión de que, por un lado, los trabajadores que utilizan disolventes en su trabajo diario han salido más vestidos en el tema del proceso y, por otro, se han podido impulsar acuerdos interesantes dentro de las empresas.