Hace dos meses, el accidente del petrolero Eagean Sea en la costa de La Coruña nos ha vuelto a poner a la vista las preocupantes imágenes que ya vimos en distintas costas del mundo: el mar al fuego, las playas ennegrecidas y las aves empapadas de petróleo. Un mes después, a principios de año, en las islas Shetland, ha sido el turno del petrolero Braer. Sin duda no serán los últimos: el consumo de petróleo es imprescindible para el transporte marítimo, por lo que será necesario contar con todas las ayudas que puedan proporcionar las nuevas tecnologías para minimizar el riesgo de accidentes.
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