Bueno, bonito, barato... y libre

Asurmendi Sainz, Jabier

Informatika-ingeniaria eta Bitarlan-en sortzailea

"Si tú tienes una manzana y yo otra, si la cambias, tendremos una manzana, pero si tienes una idea y yo otra, si la cambias, tendremos dos ideas". A través de esta afinidad, Richard Stallman, uno de los principales precursores y promotores del software libre, explica la esencia del conocimiento libre.
Bueno, bonito, barato... y libre
01/02/2007 | Asurmendi Sainz, Jabier | Ingeniero informático y fundador de Bitarlan

(Foto: De archivo)
En los años 60 y 70, el software no se consideraba un producto, ni estaba destinado a obtener beneficios. Era un suplemento que los vendedores de grandes computadores de aquella época daban a los clientes para poder utilizar estos artilugios. En ese ambiente, los programadores intercambiaban el código fuente. Posteriormente, mediante acuerdos de licencia, algunas entidades comenzaron a establecer límites a los usuarios.

En 1983, Richard Stallman, pionero del software libre, comenzó a trabajar en el proyecto GNU, con el objetivo de retornar a ese ambiente de trabajo inicial y desarrollar un sistema operativo libre completo. Dos años después, fundó la Fundación del Software Libre (Free Software Foundation, FSF) para dar soporte legal, financiero y logístico al proyecto GNU.

En 1990, GNU contaba con un editor de textos llamado Emacs, un compilador para lenguaje GCC C y la mayoría de los programas de bibliotecas y servicios que conforman un sistema operativo UNIX convencional. Sin embargo, faltaba un componente muy importante del sistema operativo, el núcleo.

Así, en 1991, el finlandés Linus Torvalds comenzó a desarrollar el núcleo de Linux y decidió distribuirlo como software libre. En algún padre, once programadores aparecieron dispuestos a colaborar en el desarrollo. Por internet, y poco a poco, consiguieron el núcleo compatible que necesitaba UNIX.

Richard Stallman, pionero del software libre.
Chris McKenna

Pero, ¿qué es el software libre? De hecho, en inglés el software free puede entenderse como gratuito o libre. Pues aunque mucha gente piensa lo contrario, la esencia del free software no es la gratuidad, sino la libertad. Una vez adquirido, el software libre puede ser utilizado libremente, copia, investigación, modificación y distribución. El software libre puede estar disponible para descargar gratis en Internet o puede obtenerse a precio de distribución. La gratuidad no es imprescindible para que sea libre, se puede vender y comprar software libre.

Las cuatro libertades

Un software es libre si cumple cuatro tipos de libertad. La primera, denominada libertad 0, permite el uso de la aplicación con cualquier finalidad, privada, pública, comercial o educativa. 1 en libertad, se expresa la libertad de analizar el funcionamiento de la aplicación y adaptarse a las necesidades de cualquier persona. La libertad 2 permite realizar y distribuir copias sin límite. Por último, la aplicación libertad 3 es la libertad de cualquier persona para cambiar, mejorar y redistribuir.

Cabe destacar que las libertades 1 y 3 obligan a la disponibilidad del código fuente del software. De hecho, el código fuente de la mayoría de las aplicaciones que no son software libre es inaccesible: sólo se ponen en manos del usuario ficheros binarios incomprensibles para su ejecución en el ordenador.

Ñua es el símbolo del proyecto GNU.
Nevrax Design Team
Por otro lado, es frecuente encontrar aplicaciones gratuitas que no son software libre. Estas aplicaciones se denominan freeware, y en este caso sí, la palabra free se refiere a la gratuidad. Pero estas aplicaciones no son software libre, ni siquiera con el código fuente disponible, si no cumplen las cuatro libertades.

Más seguro y hablante

El software libre presenta múltiples ventajas para usuarios informáticos, tanto individuales como colectivos o asociaciones.

Una de las ventajas es la seguridad. No hay consenso absoluto, pero el debate aboga por el software libre: sin miedo se podría decir que el software libre es más seguro que el software cerrado. De hecho, al estar disponible el código fuente de la aplicación, programadores y empresas de seguridad de todo el mundo pueden realizar auditorías del código y comprobar que la aplicación no tiene puerta trasera o que no es un caballo de Troya (un programa para obtener información del usuario o realizar una acción malintencionada en el ordenador del usuario). En el caso del software cerrado no es posible. Por otra parte, los agujeros de seguridad y sus soluciones se encuentran más rápidamente gracias a la voluntad de los usuarios y programadores de la comunidad.

Además, el servicio técnico de soporte de aplicaciones y plataformas no se interrumpe o mantiene según criterios comerciales. Esto ha sido y es el caso de versiones antiguas de aplicaciones y sistemas operativos de Microsoft. En el caso del software libre, sin embargo, ya que el código fuente está disponible, o bien la comunidad o empresas informáticas no productoras pueden ofrecer servicio técnico. Por otro lado, cualquier aplicación o plataforma libre

La documentación se puede encontrar de juerga en internet y normalmente en muchos idiomas, incluso en euskera.

De hecho, el software libre es beneficioso para lenguas minoritarias, ya que cualquier entidad o persona puede traducir el software al idioma deseado. En software cerrado, sin embargo, sólo la empresa propietaria tiene derecho a la traducción, que es la que decide el idioma en el que se coloca su software. Asimismo, cada vez que se crea un recurso libre para una lengua queda disponible para todo el mundo y su presencia se amplía en las nuevas tecnologías.

Económicamente, por supuesto, es más ventajoso el software libre que el cerrado: el mayor porcentaje de software libre se puede adquirir por devalu o precio de distribución. Y si se paga, por ser una aplicación a medida o por incluir accesorios u otros servicios, se puede copiar en tantos ordenadores y tantas veces como quieras. En el caso del software cerrado, sin embargo, es necesario pagar la licencia para cada ordenador.

Además, fomenta el desarrollo. Como el código es abierto, cualquiera puede mejorarlo o adaptarlo a las necesidades, dejando libre la nueva versión. No hay que inventar la rueda cada vez y se ahorra tiempo y dinero.

El software libre es una buena oportunidad para que los países empobrecidos puedan acceder a la tecnología y a la educación.
F. Noronha

En casa, en el trabajo, en la escuela

Desde el punto de vista social, el software libre es una buena oportunidad para que los países empobrecidos puedan acceder a la tecnología, por ejemplo, o para que los individuos y las pequeñas empresas que no pueden pagar los costosos precios de las licencias dejen atrás las dos opciones que tenían hasta ahora: copiar el software ilegalmente y tener problemas económicos. Por tanto, se puede decir que el software libre ayuda a reducir la brecha tecnológica.

En el caso de empresas y asociaciones, otra ventaja destacable es que si solicitan un servicio o desarrollo a una empresa informática, una vez finalizados los trabajos no quedan vinculados a la misma para realizar modificaciones en este o en otros servicios. Pueden dirigirse a otra empresa que les ofrezca mejores condiciones, o si tienen un informático, puede hacerlo él sin límite alguno. Por otro lado, si la empresa informática tiene la posibilidad de utilizar software libre, el servicio puede ser más económico ya que no tiene por qué empezar desde cero.

En la enseñanza también puede ser muy conveniente enseñar mediante software libre en la medida de lo posible. Por un lado, por la diversidad que existe en cada tipo de aplicación, que no es

Los grupos de apoyo al software libre organizan charlas y cursos con el fin de despertar e interesar al respecto.
GOBELAB: Hacklab de Getxo

enseñando el funcionamiento de una aplicación concreta, sino de un tipo de aplicación; y por otro lado, porque los alumnos pueden hacer cuantas copias deseen para seguir en casa con lo aprendido. Si se utiliza software cerrado es necesario adquirir licencias para seguir aprendiendo fuera o utilizarlas profesionalmente. Además, es posible investigar cómo funciona internamente el propio software libre, es decir, su código fuente.

En entidades públicas, por supuesto, parece más apropiado el uso de software libre, ya que en la medida en que se trata de dinero público es más responsable en cuanto al gasto. Además, las experiencias en diferentes lugares han sido buenas. Por otro lado, a la hora de elegir entre software libre y cerrado, las administraciones deberían analizar las ventajas que ofrece el software libre para lenguas minoritarias y, por tanto, para el euskera.

Miedos y dificultades

Algunos también encontrarán desventajas en el software libre. Una de ellas es la cuestión de los formatos. En formatos estándar para fotos, vídeos, sonidos, documentos, etc. no hay problemas, pero hay problemas con formatos no estándar y cerrado que utiliza software no libre. Las aplicaciones más importantes de software libre admiten estos formatos (en la medida de lo posible son formatos cerrados), pero no al revés, y desgraciadamente son las más extendidas en la sociedad. A modo de ejemplo: Con la aplicación ofimática OpenOffice se puede trabajar sin problemas con los documentos creados con MS Office, pero no al contrario, aunque el formato Open Office sea abierto y estándar.

El manantial está disponible y sirve no sólo para adaptarse, sino también para aprender cómo funciona por dentro.
J. Asurmendi

Otro argumento en contra puede ser la dificultad de instalación y configuración, pero no es del todo así. El navegador Firefox, el cliente de correo electrónico Thunderbird y Open Office, por ejemplo, se instalan y utilizan con la máxima facilidad tanto en GNU/Linux como en MS Windows y MacOS X. Es cierto que en otros casos puede ser difícil, pero lo mismo ocurre con el software cerrado.

Los hábitos también son una dificultad para el software libre, sobre todo en el sistema operativo. Acostumbrado a uno, no es fácil cambiar a otro. Sin embargo, afortunadamente, la instalación de sistemas operativos libres es cada vez más sencilla, destacando la popularidad de Ubuntu. En cualquier caso, no estamos obligados a utilizar el software libre mediante un sistema operativo libre. En MS Windows o MacOs X también se encuentran disponibles las aplicaciones libres más importantes y un gran número de software libre, y además, normalmente en euskera. Este puede ser el primer paso para adentrarse en el mundo del software libre.

Tipos de licencias de software libre
Para que una aplicación sea libre, la forma más sencilla es ponerla como dominio público, es decir, sin copyright. Pero el dominio público no es un tipo de licencia, sino que significa que el contenido o producto no está protegido y no necesita ninguna licencia. Esto permite intercambiar aplicaciones y mejoras, pero también cerrar software y limitar o eliminar las libertades del software libre. Para evitar este problema nacieron las licencias copyleft. El copyleft garantiza la libertad del usuario, pero al mismo tiempo garantiza que si alguien redistribuye el software modificándolo o no, no podrá restringir la libertad de copiar, redistribuir o modificar. Las cuatro libertades están protegidas por licencias de software libre.
La licencia de software libre más extendida es la licencia GNU GPL, en la que se conservan los derechos de autor, pero con posibilidad de redistribuciones y modificaciones. Además, establece las condiciones necesarias para asegurar el mantenimiento de la licencia GNU GPL en las nuevas versiones del software. Con ello se evita que cualquier persona modifique las aplicaciones o partes de las mismas que tengan licencia GNU GPL y se redistribuya bajo licencia cerrada. La Fundación Software Libre creó GNU GPL (Licencia Pública General de GNU) en la década de los ochenta y utiliza la mayor parte de las aplicaciones de GNU y la mitad de las aplicaciones que son software libre.
Adicionalmente, se pueden utilizar otras dos licencias similares pero para diferentes fines. GNU LGPL (Licencia Pública General Abreviada de GNU) para bibliotecas de fuentes y GNU FDL (Licencia de Documentación Libre de GNU) para su uso en cualquier manual, libro de texto u otro tipo de documentación. Esta última es la que utiliza la prestigiosa enciclopedia libre Wikipedia en internet.
Otra licencia es MPL (Licencia Pública Mozilla). Fundada por la Corporación de Comunicación Netscape, fue cedida posteriormente a la Fundación Mozilla. Esta licencia se ajusta a las cuatro libertades de software libre, pero si el usuario lo deseara, permite la reutilización comercial de la aplicación con una licencia no abierta. Por tanto, a diferencia de la LPL, no obliga a redistribuirlo con la misma o compatible licencia.
(Foto: De archivo)
La licencia BSD también es destacable. Esta licencia se utiliza para sistemas BSD ( Berkeley Software Distribution ): FreeBSD o OpenBSD, por ejemplo. La Licencia BSD limita menos que la GPL, está muy cerca del dominio público y, al igual que el MPK, autoriza la reutilización del código fuente en software no libre.
Por último, existe la licencia MIT o X11 del Instituto de Tecnología de Massachusetts. La particularidad de esta licencia es que el texto de la licencia no contiene copyright, por lo que la misma puede ser modificada. Sin embargo, también entre los partidarios del software libre, muchos aconsejan no modificar la licencia si no se especifica la versión original por cambio.
Existen otras licencias pero se puede decir que las más importantes son las mencionadas. Sin embargo, se podrían crear nuevas licencias, ya que se trata de acuerdos entre el autor y el usuario.
Asurmendi Sainz, Jabier
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