¿De dónde viene el agua de las fuentes?

El Consorcio de Aguas del Gran Bilbao gestiona el abastecimiento de agua de cerca de un millón de habitantes. En 1967 se adoptó el acuerdo de construcción del Consorcio en el Área Metropolitana de Bilbao. Aunque inicialmente el Consorcio estaba formado por 19 municipios, en la actualidad cuenta con 33 miembros. Para hablar del origen y tratamiento del agua, Ángel Silveiro, jefe de la Planta, y Jon Ander Etxebarria, jefe del laboratorio, fueron los interlocutores en la visita a Venta Alta.
Consorcio de Aguas del Gran Bilbao. Depuradora de Venta Alta en Arrigorriaga.
Consorcio de Aguas

Consorcio es el encargado de gestionar de forma conjunta el suministro de agua y los servicios de saneamiento en el área metropolitana del Gran Bilbao. En esta ocasión hablaremos únicamente del suministro. El agua de cualquier sistema de abastecimiento requiere de una de estas dos fuentes: las corrientes de agua o el sistema regulado mediante embalses. La captación directa de agua de los ríos requiere que el caudal de los mismos sea el necesario para el abastecimiento a lo largo de todo el año. No es el caso de los ríos de nuestro entorno, que son cortos y de caudal variable. Por tanto, la única solución es recoger el agua en invierno y utilizarla a lo largo del año.

El sistema de abastecimiento gestionado por el Consorcio de Aguas del Gran Bilbao se basa en los embalses. La utilización de aguas subterráneas es otra opción, pero el Consorcio realiza la explotación del agua superficial. En los embalses almacenan el agua de los ríos de caudal variable. El Consorcio de Aguas del Gran Bilbao toma agua de diferentes sistemas, pero el que llega a la depuradora de Venta Alta tiene su origen en el sistema Zadorra. El origen del abastecimiento del consorcio es el trasvase, ya que traen las aguas de las cuencas de la vertiente mediterránea.


Un sistema de abastecimiento adecuado requiere que el nivel de agua del embalse sea suficiente para mantener el suministro durante todo el año. Además, para que el río siga vivo más abajo, debe llegar al caudal que necesita durante todo el año. La pluviometría, la vida de las cuencas y la geografía, es decir, el estudio de las posibilidades existentes para la construcción de un embalse en la cuenca, son tres requisitos mínimos a tener en cuenta en la construcción de los embalses. El objetivo de estos esfuerzos es lograr una dotación total. Sin embargo, cuando intervienen variables naturales es imposible. El Consorcio de Aguas del Gran Bilbao ofrece una garantía del 95%. Esto supondría un problema de abastecimiento de 100 a 5 años. En cualquier caso, el valor del 95% se ha calculado en función del consumo actual. Por lo tanto, si el consumo aumentase, la garantía del suministro también disminuiría.

Decantadores Venta Alta. En la entrevista participaron A. Jefe Planta Silveiro; J. A. Etxeberria, jefe de laboratorio y K. Responsable de Recursos Humanos del Consorcio de Aguas Zarzosa, junto con el miembro de Elhuyar, en el paso sobre turbinas que ayudan a la decantación.
I. Nogeras

La materia prima utilizada por el Consorcio de Aguas del Gran Bilbao es el agua de los embalses. El análisis de la calidad del agua del sistema Zadorra es el primer paso. Esto se hace dos veces en cada estación del año, por lo que se realizan ocho sesiones de análisis al año. Este estudio se realiza teniendo en cuenta dos criterios principales. La primera es la contaminación de los ríos y la naturaleza de la depuración que ello supone. La segunda es el grado de eutrofización. En cuanto a la contaminación, se puede decir que el Zadorra no plantea problemas de preocupación. No es así en el caso de la eutrofización. Los técnicos de Venta Alta nos indicaron que este parámetro no es muy conocido, pero es más importante de lo que la gente pensaba. En el sistema del Zadorra, la actividad agrícola es muy importante y como consecuencia de ello, en las corrientes de agua se acumulan componentes con alto contenido en nitrógeno y fósforo, lo que aumenta considerablemente la eutrofización natural.

La eutrofización es el resultado de enriquecer el agua en materias nutritivas y puede ser un proceso natural. Por ejemplo, las algas pueden aumentar debido a la presencia de nutrientes excesivos en el agua, lo que puede dar sabor y olor al agua. Después mueren, se hunden y se descomponen las algas. Por si fuera poco, el calentamiento del agua superficial por efecto del sol da lugar a gradientes de temperatura y densidad, lo que hace que la superficie sea agua más caliente de baja densidad y el fondo sea agua fría de alta densidad. Estas dos masas de agua no se mezclarán hasta el temporal de otoño. Las algas comienzan a descomponerse consumiendo oxígeno.

Salida de agua desde la depuradora de Venta Alta a la red de abastecimiento.
I. Nogeras

El gradiente de temperatura y densidad hace que las capas de agua no se mezclen y quede una capa inferior con escasez de oxígeno, es decir, una capa anóxica. Este proceso dará lugar a la disolución de varias sales (de hierro, manganeso y sulfuro). Esto tiene una incidencia inmediata en la calidad del agua.

El diseño del sistema permite la utilización del agua en el aprovechamiento hidroeléctrico antes de su incorporación a la red de abastecimiento. Es lo que hace Iberdrola S.A. El agua del embalse es conducida a otro pequeño embalse tras su uso en la central hidroeléctrica. A medida que se va vaciando el segundo embalse se ordena la apertura del paso de agua por arriba. El agua liberada pasa por las turbinas antes de llegar al segundo embalse. En general, el agua se turba de forma intermitente. Al pasar por las turbinas, el agua se ventila para que el oxígeno se disuelva de forma homogénea. Fe y Mn volverán a precipitar y la calidad del agua mejorará. Este proceso, es decir, la ventilación del agua a través de las turbinas, tiene por tanto el mismo efecto que las tormentas de otoño provocando la mezcla de capas de agua.

El consorcio trata el agua de consumo para garantizar su potabilidad. Las peores aguas que se tratan en el consorcio pueden ser de A3 en el peor de los casos. Aunque existe tratamiento para las aguas del nivel A3, no se ha utilizado hasta ahora. Por el momento el tratamiento es de nivel A2.

J. Jefe Laboratorio Venta Alta A. Con Etxebarria.
I. Nogeras

Se puede decir que el tratamiento que se aplica al agua en Venta Alta es anti-turba. Para ello se añade al agua un coagulante con tratamiento químico. Son sales procedentes de ácidos fuertes. Las fuerzas equilibrantes entre las partículas y el agua que provocan la turbidez se rompen y provocan que estas partículas se “salgan”. Estos copos tienen aún poco peso y para facilitar su sedimentación se añade también polielectrolito al agua. A continuación se aplican los procesos físicos. Entre ellas, la decantación de los copos generados por el salinero. Las turbinas también contribuyen a ello. La decantación es la separación por gravedad de los productos de una mezcla, siendo al menos uno de ellos líquido.

Al igual que en los depósitos de agua, aceleran la decantación, es decir, “ayudan” al proceso de decantación. Un buen proceso de decantación permite prever que la calidad del agua sea muy buena, ya que puede eliminarse Fe y Mn. Pero con el 100% del agua decantada no ocurre así. Porque los copos pueden quedar de nuevo en el agua cuando el sol calienta el agua en los recipientes de decantación o por efecto del viento. Previendo todo ello, se da un segundo paso que garantice la calidad del agua: la filtración.

Los filtros son lechos con arena de sílice en el fondo. El agua pasa por el lecho y los copos quedan en las arenas.

Tras la filtración, el agua se esteriliza por cloración. Si bien se ha dicho mucho sobre este proceso, por el momento no se conocen productos que sustituyan al cloro. El cloro persiste en el agua y garantiza la esterilización del agua hasta su salida del grifo.

El tratamiento habitual en Venta Alta finaliza en la etapa de cloración. Después de todo esto, el agua está en condiciones de ser distribuida. Si se empeora la calidad del agua y se alcanza el nivel A3, se prevé la ozonización y el tratamiento con carbono activo. Sin embargo, no se utiliza porque no se utiliza. La ozonización se llevaría a cabo una vez finalizado el proceso habitual, mediante la disolución de las burbujas de ozono en el agua. El tiempo de contacto entre la burbuja y el agua debe garantizar que el ozono pase al agua pero no se pierda.

Posteriormente, el agua pasaría por lechos de carbono activo. Aunque el ozono es un buen esterilizador, al ser gas no asegura el efecto en las grandes redes, por lo que se utilizan ozono y cloro, la sustancia que garantiza la seguridad del proceso.

Como ya se ha comentado anteriormente, el agua del nivel A3 requiere de medidas de tratamiento más estrictas. Entre otras cosas, es necesario la ozonización y el empleo de lechos de carbono activo. En este paso del proceso hay que tener en cuenta muchas variables. Entre otras cosas, no hay que olvidar que los lechos de carbono que se van a utilizar son bacterianos. Los lechos deben ser reactivados y regenerados para que no perjudiquen más que en beneficio. Los filtros que se colocan en el grifo de los hogares también pueden causar el mismo problema. Si se utiliza durante más de un mes, puede ser un buen lugar para el crecimiento de las bacterias.

Vista general de la depuradora de Venta Alta.
Consorcio de Aguas

Además de los ya mencionados, el agua que pasa por Venta Alta recibe un tratamiento de fluorización. En los sistemas de abastecimiento de más de 300.000 habitantes en la CAPV es obligatorio el uso de fluoros por exigencia legal. El fluoro contribuye a la consolidación de las partes óseas del cuerpo humano y se cree que sirve, entre otras cosas, para regular el índice de las cañas. Sin embargo, la dosificación del fluoro debe hacerse con mucho cuidado. Debido a su estabilidad, no se pierde en la red y puede ser perjudicial por encima de cierto grado, por lo que no se puede dosificar por encima del nivel requerido.

Cámaras de ozonización. Por el momento no se utiliza este proceso, pero está dispuesto a utilizarlo si la calidad del agua original empeora.
Consorcio de Aguas

Para realizar el camino que os hemos explicado, el agua pasa 2 horas en Venta Alta. Para llegar a ella ha tardado 4 horas. En total, el agua ha realizado una excursión de 6 horas.

En la actualidad, el rendimiento de la red de distribución es del 55-60% y las pérdidas del 40-45%. El consorcio en sí mismo gestiona la red primaria, la red principal que discurre desde el embalse a los municipios. Las conducciones que llegan a cada uno de los hogares de los municipios constituyen una red secundaria que depende de cada ayuntamiento. Sin embargo, muchos municipios han contratado la gestión del Consorcio. La gestión de la red secundaria no es nada fácil. Hay muchos kilómetros de tuberías que necesitan ser rastreadas y vigiladas y en ellas se pierde mucho agua.

Los reactivos se añaden al agua antes de pasar a los recipientes de decantación.
Consorcio de Aguas

Si sumáramos los contadores de cada casa y los comparáramos con el caudal del contador de agua que sale del embalse, la pérdida mínima sería de entre 30 y 35%. Los técnicos de Venta Alta nos indican que es el mejor caso o el que se considera óptimo para una red amplia. Dentro de este ideal o óptimo, es decir, dentro de esta pérdida intermedia del 30-35%, se incluyen también las aguas utilizadas sin contador, como las fuentes de agua de las jardineras. Los técnicos de Venta Alta estiman que en la red del Gran Bilbao se lograría un ahorro de entre un 10 y un 15% mediante el mantenimiento de la red secundaria por calles. Este es uno de sus objetivos para los próximos años.

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