¿Sólo en barbechos?

Imaz Amiano, Eneko

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

¡No me parece! Los combustibles fósiles son cada vez más caros. Esto y su impacto en el medio ambiente, entre otros aspectos, hacen que cada cierto tiempo se recojan noticias sobre fuentes de energía alternativas. Algunas de ellas son al menos bastante raras. Por ejemplo, la puesta en marcha de dos centrales térmicas que utilizarán el cardo de huerta (Cynara cardunculus) como materia prima.

La caña de azúcar como materia prima para la energía de la biomasa ha sido la más conocida hasta el momento. Pero, como ya se ha dicho, en España, en Burgos y en concreto en Huesca, se pretende utilizar como materia prima el cardo de huerta.

El cardo de huerta crece en terrenos con abundante materia orgánica de la región mediterránea. Es un precursor de la alcachofa (Cynara scolymus) que se siembra en las huertas para comer la subzona carnosa del capítulo. Puede alcanzar 1,5 metros de altura y no florece durante el primer año. Es una especie bien adaptada a las sequías estivales, aunque requiere una precipitación mínima de 400 mm/año. Sin embargo, no soporta bien el encharcamiento. Prefiere suelos de piedra caliza y poco compactos. Las semillas deben sembrarse antes o después de los hielos de invierno. Y es que el primer mes de siembra no sufre hielo. En dos años tomará el tamaño adecuado para su explotación.

Hay que cortar, cortar sin que todavía esté completamente seca, y esa es la casi única semejanza con la caña de azúcar que hemos mencionado anteriormente. No conviene perder semillas, es decir, caer al suelo, que son las que tienen mayor valor energético.

El año pasado sembraron la primera cosecha y vieron dos problemas. Por un lado, sembraron en exceso y los cardos crecieron muy gruesos. Y cuanto más grueso es el tallo, más duro es, lo que genera problemas para cortarlo y gestionarlo adecuadamente. Por otro lado, las plantas eran demasiado dulces y había muchos ratones y otros roedores en los campos de cultivo. Sin embargo, con la llegada de la siembra de este año se ha creado y utilizado una variedad genéticamente modificada. La nueva variedad es más amarga y por tanto menos atractiva para los roedores. Pero además puede tener 3 metros de altura y 7 metros de raíz. Gracias a estas raíces se puede cortar durante siete años consecutivos y la planta volverá a crecer sin necesidad de siembra. Esto reduce considerablemente los costes y los hace atractivos para los agricultores.

Resultados de 15 años de investigación

Este nuevo ensayo es el resultado de 15 años de investigaciones llevadas a cabo por el catedrático de Producción Vegetal Jesús Fernández en la Escuela de Ingenieros de Madrid. En los talleres que se están construyendo en Burgos y Huesca, cada uno podrá quemar 105.000 toneladas de paja de cardo al año y generar 91,2 GW (aproximadamente la misma que la utilizada anualmente por 30.000 personas). Para que la siembra de cardo de huerta dé beneficios (teniendo en cuenta las ayudas de la Unión Europea), se estima que la producción anual y por hectárea será de 17.000 toneladas.

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