Trucha de río, reina de las corrientes

FICHA TÉCNICA Trucha fluvial

Siguiendo una costumbre mía, hoy también he estirado el cuello al pasar por el puente y echado una mirada al río del pueblo. Como siempre he visto entre 6 y 8 peces y se han guardado como un rayo al echar una piedra en el agua. Aunque a mí me parece que siempre han existido entre 6 y 8 truchas, según dicen los de la generación anterior, “antiguamente había mucho más”... La trucha es sin duda el pescado más representativo de los ríos y arroyos de Euskal Herria. Es un animal típico de aguas limpias con rocas, cascadas y corrientes.

Dentro de la especie conocida científicamente como Salmo trutta se distinguen dos variedades: la trucha fluvial ( Salmo trutta fario ) y la trucha marina ( Salmo trutta trutta ). La única diferencia entre ambos es que la trucha marina es migratoria, mientras que la del río ha perdido esa tendencia.

La trucha fluvial tiene un cuerpo largo y esbelto perfectamente adaptado a las aguas rápidas. En la cabeza dura tiene una boca ancha y dentada que llega hasta la parte posterior de los ojos. Entre la cabeza y la cola se puede distinguir una línea de 110 a 125 escamas.

La marcha de nuestros ríos es lamentable. Vertidos de aguas sucias, canalizaciones, talas de árboles, etc. ofrecen un futuro oscuro a la reina de los ríos.

En cuanto al tamaño de este animal, hay que decir que puede ser muy diferente. De hecho, el tamaño de la trucha depende de la temperatura del alimento, del hábitat y del agua que obtiene. A pesar de alcanzar entre 15 y 20 cm de altura en regatas bajas, en grandes embalses y ríos puede alcanzar entre 400 g y 6-8 kg de peso, llegando a alcanzar una longitud de 60-90 cm.

La coloración es muy curiosa. La espalda puede ser de color verde oscuro, pardo morado y gris, vientre y toda la parte inferior, siendo más clara (ceniza o blanquecina). Además, la trucha está decorada con manchas negras y rojas brillantes, con una indumentaria muy llamativa.

La trucha es un buen nadador. Para moverse contrae los fuertes músculos del cuerpo y agita la cola lateralmente alcanzando una velocidad de 40 km/h. Sus 7 aletas permiten un enorme control del movimiento en el agua. Estas aletas, con función de timón, freno y equilibrio, permiten al trucha realizar cambios de dirección y velocidad sorprendentes.

Este bonito pescado es principalmente carnívoro y puede comer cualquier cosa que pueda comer. Este gran tríptico está en el río hacia arriba esperando cualquier alimento que pueda aportar el agua. Come insectos, huevos, larvas, crustáceos, lombrices, gusanos y vertebrados de pequeño tamaño, siendo el canibalismo común. Muchas veces vemos en la parte superior del agua algún mosquito volando. En ese esfuerzo puede dar saltos perversos.

Además de la presa, la trucha es presa de varios animales, mientras que la nutria, con serpiente de corba, y sobre todo el ser humano son los principales depredadores de trucha. Algunos datos para conocer la presión pesquera del ser humano son: En 1993 se concedieron más de 32.000 permisos de pesca en los ríos de Navarra y cerca de 9.000 para Gipuzkoa. Lógicamente, el número de capturas es elevado y en el mismo año se capturaron 23.000 truchas en los cotos alaveses.

En cuanto a su distribución, es el salmónido más común del Hemisferio Norte y se encuentra en toda Europa. A este respecto hay que recordar que se trata de repoblaciones constantes y que la distribución natural no está muy clara. En cuanto al País Vasco, puede aparecer en los cursos altos y medios de los ríos, tanto en la vertiente atlántica como en la mediterránea hasta el río Ebro.

Necesita agua limpia, fresca (6-17 grados) y oxigenada para vivir. Parece que para llevar a cabo la respiración es necesario un mínimo de 9 mg de oxígeno por litro de agua y esta cantidad se encuentra en ríos con temperaturas inferiores a 20 grados C. Cuando las temperaturas superan los 22 grados, la trucha muere, a menos que haya grandes cascadas o abundante vegetación, que aumenta la concentración de oxígeno en el agua.

La trucha tiene una vida básicamente nocturna. Es territorial y cada ejemplar defiende su territorio para asegurar la comida y el escondite. Se convierten en solitarios y siempre se encuentran cerca de la guarida si hay peligro de que se almacene en una “bretería”.

Pocas veces sorprenderemos a la trucha. Tiene una visión rigurosa y un sistema especial que puede percibir cualquier onda o vibración en el agua.

La reproducción se produce entre finales de octubre y febrero, aunque puede prolongarse hasta primavera. Se desovan por el río buscando las aguas más limpias y oxigenadas. Una vez que han buscado el lugar apropiado, la hembra hará un agujero de 20-25 cm de diámetro que incide sobre el fondo con el vientre y la cola y suelta los huevos entre los cantos. En ese momento el macho expulsará la semilla para que se produzca la fecundación. Enseguida se cubrirán con piedras para evitar que el agua se arrastre.

Cada hembra puede poner entre 1000 y 2000 huevos rojizos de 3-5 mm por kilo de trucha. Al cabo de 45-60 días (dependiendo de la temperatura del agua), para los primeros días nacerán las crías con saco de vitelo. La madurez sexual llegará dos años después en el caso del macho y la hembra necesitará un año más.

En general, se puede afirmar que en los últimos años las poblaciones silvestres de trucha han disminuido. Por un lado, la contaminación es evidente a lo largo del cauce de muchos ríos y, por otro lado, para la trucha se han producido canalizaciones, talas de árboles, centrales, capturas desproporcionadas, etc.

Por otro lado, se han realizado repoblaciones en varios arroyos (generalmente de pesca). Esto puede dar lugar a grandes poblaciones de truchas en lugares normalmente liberados.

Con la oportunidad, no nos gustaría quedarnos sin una feliz noticia. A pesar de que algunos ríos y arroyos de nuestra comarca se están viendo contaminados y perdidos, la situación actual de otros es mejor que hace unos años. La causa ha sido la reducción de la contaminación, bien por el desgraciado descenso de la industria, bien por la implantación de plantas depuradoras. Un ejemplo podría ser el río Oria, en el que se pueden ver en la actualidad truchas elegantes en Tolosa, un río que hace pocos años se consideraba muerto. ¡A ver si escuchamos más a menudo este tipo de noticias!

Especie: Salmo trutta
Familia: Salmónidos
Orden: Salmoniformes
Clase: osteictiones

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