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Uno de los componentes del aislamiento de frigoríficos y congeladores son los clorofluorocarbonos. La polémica suscitada en los últimos años por el impacto de estos productos sobre la capa de ozono ha dejado de lado otro de los aspectos preocupantes de los frigoríficos, que es el elevado consumo energético de estos aparatos.
Aunque el coste del funcionamiento del frigorífico parece muy bajo entre los gastos del hogar, hay que tener en cuenta que son muchos millones los frigoríficos que están funcionando en el mundo. A modo de ejemplo, en Gran Bretaña sólo hay 30 millones y el 8% de la energía que se produce en esos territorios es consumida por estos aparatos. La diferencia entre los consumos energéticos de frigoríficos y congeladores que se venden puede ser muy grande, más del doble entre dos modelos con prestaciones similares.
La mayoría de los frigoríficos, congeladores y frigoríficos/congeladores de gran serie consumen de 1 a 3 kilovatios hora por modelo, tamaño, potencia y características de la construcción.
Las características que pueden aumentar el consumo energético de los aparatos de gran serie son:
Todos estos factores aumentan el consumo energético. El diseño de frigoríficos desde hace décadas era más adecuado desde el punto de vista del consumo energético. Sin embargo, el abaratamiento energético entre 1955 y 1973 provocó el abandono de estos modelos. Tenían aislamientos muy gruesos y necesitaban más espacio que los nuevos modelos.
Algunos hogares ya han empezado a comercializar, aunque sólo a nivel de prototipo, modelos de mayor rendimiento. El frigorífico más eficiente que se fabrica en Europa es el que lanzó la firma danesa Gram en 1988. Este frigorífico tiene un aislamiento de 65mm, un buen cierre de las puertas, un pequeño y eficiente motor/compresor y un evaporador y condensador mayores de lo normal. El frigorífico Norgard, que tiene este nombre, tiene un consumo anual de 0,4 kWh/l.
Una pequeña fábrica californiana fabrica frigoríficos con consumos entre 0,2 y 0,3 kWh/l desde 1984. Vende cada año entre 100 y 200 unidades de este tipo. Estos frigoríficos se compran, por así decirlo, para casas alejadas de la civilización. Es decir, lejos de la red eléctrica, para hogares alimentados por células de energía solar. Para alcanzar este nivel de rendimiento se han tenido que mejorar los detalles: espesor entre 80 y 100 mm, juntas herméticas, refrigerante con las características más adecuadas para la temperatura y presión a la que va a trabajar, etc.
En los municipios del Norte, al ser las temperaturas medias anuales más bajas (entre 8 y 10°C), se pueden construir cámaras frigoríficas adaptadas a estas situaciones para que el consumo siga disminuyendo. Hemos encontrado dos casos especiales. El primero sería un frigorífico con el condensador fuera de casa y el segundo, con el sistema refrigerante natural, haciendo circular la nueva nieve fundida mediante una bomba. Pero por estos casos relativamente especiales, volvamos al mundo de los frigoríficos de producción en masa.
Según muchos fabricantes europeos, la imposibilidad de utilizar los CFCs que dañan la capa de ozono en frigoríficos aumentará un 10% el consumo energético de estos aparatos. Veamos la razón que se da para ello.
El 80% o 90% de los CFCs utilizados en frigoríficos corresponden al aislamiento. Otros productos actualmente conocidos para su uso en aislamiento presentan una mayor conductividad térmica. En consecuencia, y siempre que no se produzca ningún cambio adicional, estos futuros frigoríficos posibles tendrán un mayor consumo energético. Para mantener el nivel de aislamiento habría que aumentar el espesor del aislamiento del 15% al 25%. Esta solución es totalmente inaceptable para los fabricantes europeos por diversos motivos, por lo que de momento algunos han optado por utilizar otros CFC menos nocivos.
El uso de poliuretano tratado con CFCs para aislamientos supuso importantes ventajas respecto al sistema anterior. El espesor de 50 mm de fibra mineral que se utilizaba anteriormente permitía alcanzar el mismo nivel de aislamiento que ofrecía el foam de poliuretano de 30 mm de espesor. Así lo hicieron los fabricantes europeos. Los estadounidenses, en cambio, no afinaron los aislamientos, sino que utilizaron la ventaja del poliuretano para fabricar frigoríficos de mayor rendimiento sin adelgazar paredes.
El engrosamiento del aislamiento supondría dejar a un lado el ancho de 600 mm que actualmente se ha convertido en estándar de diseño de cocina, lo que tendría varias consecuencias:
Para los consumidores, sin embargo, la ventaja de un frigorífico bien aislado es que la distribución de la temperatura es más uniforme y, por tanto, los alimentos se conservan mejor al no existir rincones no refrigerados. En caso de corte de electricidad, los alimentos duran mucho más tiempo. Y la última ventaja es que las puertas gruesas de buena junta evitan la entrada de calor y aire húmedo en el interior de la cámara, por lo que la comida se acumula más lentamente en el congelador y hay que desconjetarse menos veces.
Hemos visto las ventajas de los frigoríficos de alto rendimiento. Si el consumidor quiere aprovechar estas ventajas, lo primero que necesita es conocer las características del frigorífico o congelador. El consumo fiable de electricidad de cada aparato debería anunciarse claramente junto con otras características. Sólo así podría disponer de la información necesaria para que el consumidor decida la compra.
Cada Estado establece unos estándares mínimos a los fabricantes para el rendimiento de cada aparato y se realizan auditorías de cumplimiento en los aparatos que comercializa. La orden de predecir el consumo eléctrico por aparato, así como la forma de anunciarlo, varía de un estado a otro. En el Estado francés, por ejemplo, el vendedor está obligado a explicar en cada aparato, junto con otras características, el consumo energético. En el Estado español el vendedor no tiene esa obligación, por lo que sólo unos pocos son los que se expresan por sí mismos.
Según los nuevos estándares mínimos establecidos en Estados Unidos, el 90% de los frigoríficos y congeladores existentes en el mercado en 1987 quedarían ilegalizados. Con esta política, los consumidores ahorrarán 28 billones de dólares en Estados Unidos para el año 2000 y se evitará la construcción de 25 estaciones energéticas.
En Gran Bretaña, la organización Friends of the Earth calcula que si todos los frigoríficos disponibles en el mercado fueran como los mejores, habría que producir 600 megavatios menos. Y esto sería un pequeño paso, según esta organización, porque los aparatos que hay en el mercado en Gran Bretaña son de muy mal rendimiento. En comparación con los mejores existentes en el mercado europeo, afirman que la demanda de electricidad se reduciría en 1.500 megavatios.
Pero yendo más lejos aparece otro punto oscuro: Cuando se endurecen los requisitos para los estándares occidentales, los aparatos que no se pueden vender en ellos se venden a otras localidades. La mayoría de los frigoríficos que se venden en China son fabricados en Japón y Estados Unidos, pero no cumplen con los mínimos necesarios para vender en Estados Unidos.
En los últimos años se han realizado grandes esfuerzos para conseguir estaciones de generación de energía más rentables en muchos pueblos. Este esfuerzo, lógicamente, debería ir acompañado de la promoción de la investigación y fabricación en aplicaciones de alto rendimiento energético.
Suecia, por ejemplo, quiere evitar la necesidad de centrales nucleares que generan la mitad de la energía que se utiliza en ella en las dos próximas décadas. Y no quieren sufrir otras molestias, es decir, no quieren elevar los niveles de emisiones de dióxido de carbono, construir más embalses para alimentar a las centrales hidroeléctricas y por último no quieren que se reduzca la vida. La apuesta por ello es el uso de tecnología de alto rendimiento energético.
FRIGORÍFICOEl frigorífico es una máquina que mueve el calor. Al eliminar el calor interior consigue bajar la temperatura. Este calor expulsado se calienta y se pierde el aire exterior. Los frigoríficos funcionan por evaporación. Los líquidos al evaporarse o evaporarse pierden calor y se enfrían. Vaporizador El líquido refrigerante sale a baja presión desde la válvula de expansión al tubo y se evapora enfriándose. Al estar el vaporizador en el interior de la nevera, recibe calor local cuando el refrigerante se evapora. Compresor Los frigoríficos eléctricos incorporan un compresor que hace circular el refrigerante. El compresor bombea el refrigerante del vaporizador al condensador. Condensador El refrigerante sale del compresor a alta presión. A medida que pasa por el condensador este vapor vuelve a licuarse. Mientras esto ocurre, el vapor libera calor, por lo que el condensador se calienta. El condensador se encuentra en la parte trasera del frigorífico y este calor es expulsado al aire circundante. |
EN BUSCA DE RESOLUCIÓN: Caso de FAGORJosé Miguel Gorospe, jefe del Departamento de Ingeniería de Frigoríficos de la cooperativa FAGOR Electrodomésticos, nos visitó para preguntarnos sobre los planes de FAGOR para mejorar el rendimiento energético de sus frigoríficos. Se ha optado por reducir los componentes nocivos del poliuretano utilizados para el aislamiento térmico. El señor Gorospe también nos dio datos concretos: el tema que se utiliza hoy en día para levantar el poliuretano es Freón 11. Ahora este F11 representa el 20% de la mezcla total. Se han probado otras mezclas para reducir la cantidad de CFCs y se ha utilizado sólo F11 al 8%. El siguiente paso sería sustituir F11 por F123. Todavía se está estudiando, pero parece que su impacto no es tan negativo y por lo tanto sería una mejora importante. Cuando le preguntamos por la posibilidad de hacer paredes más gruesas, la respuesta ha sido totalmente negativa. Dicen que no tendría futuro en el mercado y que además de eso, todo el proceso de fabricación se pondría patas arriba: moldes de inyección de poliuretano, bandejas y otros accesorios, etc. Están preparados para las medidas estándar y el cambio de estas características ni pasa por la cabeza. |
El consumidor responsable ha adquirido un frigorífico con buen rendimiento energético. No quiere que la energía eléctrica se despilfarre de su ingenio. Pero no todo termina ahí. Ahora hay que cuidar la ubicación del frigorífico. Los principales puntos a tener en cuenta son: el emplazamiento debe estar SECO y bien VENTILADO y ALEJADO DE FUENTES DE CALOR.
Es muy importante que el tráfico de aire sea el adecuado. Para ello hay que dejar libre la delantera, la parte trasera y la parte superior, como se ve en la imagen. En caso de que durante la instalación de cocina se decida empotrar todos los aparatos, se deberá permitir la liberación de dichos espacios. Ten en cuenta que el radiador situado en la parte trasera del frigorífico es un intercambiador de calor y que para cumplir su función es necesario renovar el aire. De lo contrario, resulta inútil comprar un aparato de bajo consumo energético.
En segundo lugar, es necesario no estar cerca de fuentes de calor. Lo más lejos posible, por lo tanto, de las ventanas donde la cocina y el sol impactan.
Una vez bien posicionado, estaría bien utilizado. Para ello hay que tener en cuenta: no introducir alimentos calientes, dejar espacios entre los paquetes para que circule el aire, comprobar que las puertas están bien cerradas y por supuesto no abrir puertas o mantenerlas abiertas.
Los estándares máximos que establece la norma UNE 86-002-79 para frigoríficos de cuatro estrellas para su comercialización en el Estado español son: Consumomáximo del frigorífico en dm 3 tankWh 24 h tankWh consumo máximo anual y por litro*120 150 200 250 300 3501,692 1,812 2,070 2,358 2,655 2,9525,07 4,35 3,73 3,39 3,04 * Los máximos exigidos |