Oso arrea Pues parece que vas para siempre!

Barrenetxea, Tere

Elhuyar Fundazioa

A nuestro alrededor hay dos zonas que fueron el territorio del oso pardo: Cordillera Cantábrica y Pirineos. Pero los dos se han convertido en una casa muy torpe para el tiempo. La presión ejercida por el hombre de muchas maneras ha hecho desaparecer casi totalmente. Quedan pocos ejemplares en estas dos zonas y no parecen durar muchos años. Tanto en Francia como en España, en los últimos años se han establecido leyes y medidas para proteger el oso, pero cada vez es más evidente que no serán suficientes. El respaldo legal alcanzado y los trabajos realizados por algunos grupos y personas no han logrado estabilizar la población de osos en estas dos zonas. En breve desaparecerá de nuestras zonas para siempre.

Gran familia del oso

Los osos que habitan en el País Vasco o en terrenos cercanos son de la especie de osos pardos. El nombre científico de esta especie es Ursus ardun.

Este oso tiene hermanos cercanos y tiene primos lejanos. El más cercano es el que habita en Norteamérica (Alaska y Canadá), conocido como grizzly.

El grupo del oso también cuenta con especies perdidas a lo largo de la historia: el oso cavernícola es una de ellas. Los restos de este oso que vivía durante las glaciaciones se pueden encontrar por toda Europa. Se cree que la causa de su desaparición puede ser un invierno muy duro en aquellos tiempos.

Entre los osos que conocemos en la actualidad hay muchos: Se estima que hay 200.000 ejemplares de la especie de oso negro ( Euartus americanus ) que habita en Norteamérica y 20.000 ejemplares de oso polar ( Thalartus maritimus en). La situación de otros no es tan cómoda. Según los expertos hay 2.000 ejemplares de la especie de oso de gafas ( Tremarcones ornatus ) que habita en los andes. La situación del oso Panda también es preocupante. En China sólo hay 1.000 unidades.

La situación de otras especies, como el tibetano ( Selenardun thibetanus ) y el hormiguero ( Myrmecopara tridactyla ), es aún más grave y se cree que sólo quedan algunos ejemplares.

Para nosotros lo más conocido es el oso pardo de los Pirineos y Cantabria, como hemos dicho. Esta especie se encuentra en muchas partes del mundo, como en Europa y Asia. Su pariente cercano, que vive en Norteamérica, es el oso grizzly de la especie Ursus horribilis del mismo género. En total hay 250.000 osos pardos en el mundo, pero en Europa sólo quedan 30.000 y, además, ha desaparecido prácticamente en algunas zonas que antes se conocían, como Grecia, los Alpes franceses e italianos, y en las otras dos que nos rodean.

En los Pirineos existen actualmente sólo 10 ó 14 ejemplares. Se estima que en 1.970 eran 20 y en 1.937 más de 150. Según las últimas estadísticas sobre el número de osos, en los Pirineos no habría más de 14 osos. Se cree que en el partido español sólo hay un oso. En el francés se han encontrado restos en tres zonas: Unos diez osos en los valles de Ossau y Aspe, uno o dos en los alrededores de Luchonnais y quizás uno en la zona de Ariège.

En la cordillera cantábrica las cifras son algo superiores. Sin embargo, los últimos relatos indican que aquellos datos optimistas aportados por los responsables de la Administración local hace unos años no están justificados. Las últimas investigaciones han revelado que la población de 120 habitantes entonces mencionada es de entre 60 y 80 individuos. Hay dos zonas separadas. En la parte occidental hay un total de 40 ó 60 osos y en la oriental sólo hay 20.

Algunas características del oso

El oso es un animal omnívoro. Come mucho durante la época de actividad, pero esa cantidad de comida es fácilmente comprensible, ya que pasa el invierno sin probar ninguno. El hibernación invernal del oso no es real. Una de las características de la hibernación es igualar la temperatura ambiente con la del cuerpo, lo que no sucede al oso. Si su temperatura corporal normal es de 38ºC, en esta especie de hibernación llega a 34ºC y en ocasiones hasta 31,2ºC. Por lo tanto, el oso se mantiene caliente, a diferencia de otros animales que hibernan.

Durante este periodo de inactividad el oso duerme, pero si tiene capacidad de actividad y puede despertarse por estimulación. Es más, en este periodo las hembras dan a luz y hasta la primavera alimentan y calientan a los cachorros mientras duermen. La hibernación del oso pardo dura cuatro o cinco meses: de noviembre a abril.

El oso pardo es un animal de entre 100 y 250 kg. El macho es bastante mayor que la hembra. Si los machos se levantan sobre las dos patas traseras, alcanzan una altura de 2 m.

El oso pardo y sus crías en las montañas de Cantabria.

Hemos dicho que es omnívora. En primavera, al salir de la estela y dejar su escondite, busca hojas, brotes y raíces para alimentarse. En verano le gusta el oro, el mazusta y el arándano. También come grano y miel. A la carne tampoco le mola, aunque sólo el 10 ó 20% de sus alimentos. Para conseguir esta carne ataca a los rebaños.

Tiene mala vista, pero es un oído fino y un olfato agudo. Hacia el mes de junio buscan pareja. Es un trabajo difícil, siendo una población de tan baja densidad. Si encuentran pareja y se emparejan nacen uno o dos osos. Con un poco de suerte y alejados de seres humanos y otros peligros, los recién nacidos pueden tener la esperanza de vivir unos veinteañeros.

Antiguos enemigos: pastores

A la oveja le gustan los osos y para ello atacará el rebaño en detrimento del pastor. Los pastores han tenido que protegerse de los lobos y osos desde hace tiempo. Y para ello han utilizado todas las vías que han tenido a su alcance: además de las artes y las armas, se ha utilizado mucho la extriknina. Es más fácil para el pastor poner una estriknina dentro de un ganado muerto o trozo de carne y esperar a que llegue el oso. En el Pirineo francés se ha utilizado bastante esta vía.

Las actuaciones más serias se han llevado a cabo en la zona francesa para que los pastores y los osos convivan en paz. El pastor tenía derecho a recibir una indemnización por cada oveja muerta. En 1.989 se han indemnizado 56 ovejas y 3 cabras por este motivo, con un importe de hasta 1.550 libras.

Pero las medidas no han quedado ahí. Con el objetivo de facilitar la labor de los pastores y aumentar la posibilidad de colaborar con ellos en este camino, se ha implantado en Francia un servicio de helicóptero. Este helicóptero lleva los útiles y los alimentos de los pastores hasta las cabañas, eliminando al pastor la necesidad de realizar diversos desplazamientos. Este servicio adelanta a los pastores a partir de la primavera unos 10 días de trabajo.

Más rivales: cazadores

Los pastores no han sido los únicos enemigos del oso y en ningún caso (al menos en la actualidad) los que provocan la mayoría de las muertes.

Los datos no son del todo fiables (téngase en cuenta que la caza del oso está terminantemente prohibida en Francia desde 1.957 y en España desde 1.967), y aunque según fuentes son muy diferentes, algunos de los que hemos recibido son: En Asturias en el periodo 1.979/1.981 se han asesinado 12 o 25 osos por mano o lac según diferentes fuentes. En los años 1.986/87, 9 o 4 según fuentes, y en León hasta 1.980/1.987, aproximadamente 8.

No obstante, no se ha impuesto ninguna sanción, si bien según la normativa vigente, la multa por caza de oso en Cantabria asciende a 2 millones y la de Castilla-León a 1,5 millones.

La caza tiene una larga tradición en estas tierras y la caza de cierre se ha convertido en un gran problema. El cambio de hábitos no suele ser fácil y, además, si las medidas adoptadas se quedan sólo en papel, es más difícil defender seriamente a la especie protegida.

Lo que está claro es que, aunque las normas contrarias a la caza del oso no son de ayer por la mañana, muchos cazadores juegan con tranquilidad y orgullo matando el oso. Se han conocido casos de este tipo tanto en los Pirineos como en los montes de Cantabria.

En 1.982 un grupo de cazadores, con la cara cubierta, sacó una foto junto a la osa hembra y su cría, que fueron asesinadas. La foto dio muchas vueltas a mano en varios valles pirenaicos.

Ladera del monte Txamantxoia. Es el único oso que habita en el sur de los Pirineos.

Día de Todos los Santos de 1.988. En el pueblo leonés de Brañosera, había un oso que un ciudadano acababa con las manos, a la vista de todos. Decía que le atacó y que eran disparos en defensa propia. Los estudios realizados al oso no revelaban lo dicho por el cazador: los del FAPAS afirman que eran disparos recibidos en la posición del fugitivo. Este grupo ha sido el que ha querido llevar a cabo la denuncia en este caso

El Proyecto HARTZA del Grupo FAPAS ganó el premio europeo de la Fundación para la Conservación de la Naturaleza en 1.985

La forma más eficaz de evitar la caza de Ixil es mediante la creación de Parques. Así, los animales protegidos no tienen tanto peligro. Pero tanto el Parque de los Pirineos como las Reservas Nacionales de los Montes Cántabros no incluyen en absoluto el hábitat del oso, ya que ni en ninguno de los dos casos, en la toma de decisiones se planteó el problema del oso.

Problemas del hábitat: nuevos enemigos

La falta de compatibilidad entre la caza y el oso no viene sólo por la vía de los disparos. La caza del jabalí, permitida por la ley, también ha generado problemas en los Pirineos. Los territorios de caza del jabalí, a menudo coincidentes con los del oso, además de que las cacerías se producen en una época muy delicada para el oso. Esto nos lleva al tercer punto que puede ser la clave del problema: en definitiva, y para que el oso perdure en estos territorios, su hábitat deberá ser conservado en su totalidad. Aunque la actividad de los pastores o cazadores de cierre, con todas las particularidades que cada uno necesita, está controlada, difícilmente se lograrán los objetivos si no se protege su hábitat.

El oso vive en el bosque y no quiere ninguna actividad a su alrededor. El cortado del bosque, la construcción de pistas o caminos, el teleférico, la pista de esquí y el entorno pic-nic y otras actividades que se realizan en nombre de la explotación turística degradan el hábitat del oso y va en busca de nuevos territorios.

Sólo un ejemplo. Los osos del valle de Aspe no atraviesan nunca la carretera existente, por lo que decir que hay unos 10 osos en el mismo no describe la realidad, sino que están divididos en dos conjuntos sin relación.

La información que se facilita a la hora de valorar el impacto potencial de la presión del turismo depende de los intereses de la fuente. Testigo de lo ocurrido en el Parque Nacional Abruzzo de Italia. Este parque nació en 1.923 con el objetivo de proteger al oso pardo. La población que se mantenía en torno a 100 individuos disminuyó un 40% entre los años 1.970 y 1.986, triplicando su área de distribución. Según los investigadores, el espectacular auge del turismo durante estos años provocó que los osos se extendieran a nuevos territorios en busca de zonas tranquilas. Estos territorios, al estar fuera del parque, quedaron en manos de los cazadores de cierre, lo que explica la alta mortalidad. Pero estos datos sólo se leen en algunos trabajos. En otros artículos y folios se menciona el caso de Abruzzo como un proyecto ejemplar que ha tenido éxito en la conservación, consiguiendo que la conservación sea acorde con la recuperación económica de estos valles por motivos turísticos.

En el caso de Cantabria también ha habido denuncias de manipulación. Según un estudio realizado hace pocos años por la administración local, anunció 120 osos. Por lo tanto, la gravedad de la situación se suavizó. Por el contrario, las investigaciones realizadas por investigadores independientes no contabilizaron ni la mitad de la cantidad concedida por la Administración. Se le acusó a la administración de que estaba actuando sin fundamento; de que la opinión pública estaba empujando al exceso de optimismo poniendo en peligro la seguridad de las condiciones para la supervivencia del oso.

Los grupos de conservación del oso se han preocupado ahora por los planes de la Administración para las distintas zonas de la Cordillera Cantábrica. La Administración no habla directamente del turismo, sino de la mejora de las infraestructuras para los habitantes de sus pueblos, objetivos que no se reflejan tan claramente en los planes. No se ve muy claro qué tipo de ayuda prestará a los pastores o forestalistas de la zona pic-nic al final de un teleférico.

Se trata de un conflicto que últimamente está sucediendo en nuestra sociedad y que se repite mucho por problemas diferentes: conservación versus desarrollo. Es un conflicto con muchos matices y que hay que analizar en cada caso con detenimiento si se quiere evitar excesos. No hay que olvidar que existen problemas que afloran intereses contrapuestos.

Mientras tanto, el oso está a nuestro alrededor. En la disputa está a la espera de las decisiones que toma la especie a la que se ha enfrentado Homo Sapiens. Por supuesto, vamos a hacer valoraciones diferentes de la importancia de que el oso pardo desaparezca de estos territorios, pero si apostamos por el oso habrá que actuar con rapidez y responsabilidad, ya que el tiempo es un factor contrario.

ROBLE HUMANO DÜZÜ

Antiguamente los viejos eüskaldun les pidieron que se levantaba del hombre.

Sí, de ser humano se fabrica.

Así lo ha recogido Txomin Peillen Animismua Zuberoa (Colección Vasca de Antropología, Haranburu Editorea, S.A. San Sebastián, 1.985) en su libro.

El propio Peillen sostiene que esta creencia de que el oso es antepasado del hombre también aparece en todo el Pirineo y en territorios tan lejanos como Asia. Esta creencia procede de la comparación de la anatomía humana y del oso.

Otros mitos también indican la frontera resbaladiza del par oso/humano. En todo el Pirineo, tanto en el Norte como en el Sur, existe un mito sobre las relaciones entre el oso y las mujeres. En la pastoral Maite Basabüru, por ejemplo, un canto narra la historia de una chica que toca el cuero con el oso. Bedaxagarre tiene el canto grabado.

Así dice el primer verso de la canción:

Malür bat heltü zaikü Basabürian A desterrar En Santa Gracia una buena prima Osak en Pusunpes alto

se ha comido un virus de vena hanich en la miel.


CONTANDO OSOS

Pirineos: 10-14 unidades.

Nor-Pirineos:

En los valles de Ossau y Aspe: 10 En los alrededores de Luchonnais: 1 o 2 en la zona de Ariège: quizás una.

Sur-Pirineos:

En los territorios de Belabartze, Txamantxoia, Belagoako Txokoa y Zuriza quizás uno.

En la cordillera de Cantabria: 60-80 unidades.

Oeste:

40-60 unidades en dos zonas: León, Lugo y especialmente Asturias.

Este:

Unos 20 ejemplares tomarán León, Palencia y Cantabria.


UNA POSIBILIDAD

Shaffer, biólogo norteamericano, afirma que la población mínima viable mediante modelizaciones es de 40-50. Es decir, se necesitaría esa cantidad para sobrevivir al menos un ejemplar después de 100 años, en el 95% de las condiciones naturales.

En la mayoría de las zonas estamos muy lejos de esas cifras. ¿Cuál es entonces la esperanza? Naturalización de osos importados. Este tipo de sesiones se han llevado a cabo en otros territorios y se han detectado riesgos importantes. Hay que asegurar que el oso inmigrante es genéticamente compatible con los autóctonos.

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