Cinturón para la torre de Pisa

Cada vez más inclinado, las autoridades italianas deciden colocar un cinturón a la famosa torre de Pisa. Le han puesto los cables de vuelta hasta la tercera altura y parece que por el momento no va a caer. Sin embargo, el remedio definitivo deberá completarse con otros trabajos.

Algunos datos sobre la construcción de la torre

La torre de Pisa, además de inclinada, tiene forma de arco, es decir, tiene forma de plátano. La torre comenzó a construirse en el año 1174 bajo la dirección de Bonanno Pisano. Debido a la caída de las cimentaciones en un lateral, se abandonaron las obras de la torre, realizada hasta la tercera vertiente. La torre permaneció sin subir ni bajar durante 90 años, pero por encargo del arzobispo en 1280 se retomó la obra y la torre se inclinó más.

Giovanni di Simon hizo entonces que las columnas de un lado de la torre fueran más largas que las del otro para corregir la inclinación. De este modo, la torre rompió su inclinación y adquirió forma de plátano. La construcción de la torre hasta la séptima altura permitió la anulación de las obras. Tommaso Pisano, hijo de Andrés Pisano, le impuso el octavo piso de campanas, aumentando la forma de plátano.

Hay que aclarar que esta torre se encuentra junto a la iglesia y que fue construida para su funcionamiento como campanario. Tenía siete campanas, cada una con un sonido de una nota. A mediados de este siglo fueron sustituidos por un sistema electrónico para evitar daños por vibraciones. En el interior tiene una escalera de caracol de 294 peldaños hasta la cima.

Dimensiones de la torre

La altura máxima de la torre es de 56,705 metros y su diámetro interior en la base es de 7,368 metros. El diámetro exterior en la base es de 15,484 metros y la profundidad de las cimentaciones es de unos tres metros por debajo del nivel del terreno. Esta torre, de tres metros de espesor, tiene un peso total de 14,5 toneladas.

Cuando terminaron en 1298 la distancia entre la vertical del punto más exterior de la cima y la base era de 1,57 metros. En 1817 esta distancia era de 3,77 metros, de 4,09 metros en 1911 y de 5,2 metros en la actualidad. Esto supone una inclinación de 9º 80º.

Las cimentaciones descienden entre 8 y 10 milímetros al año y las cimentaciones rondan el milímetro (a veces hasta 1,26 milímetros al año).

¿Cómo solucionar el problema?

Si el crecimiento de la inclinación mantiene la velocidad actual, en el año 2080 el centro de gravitación sobrepasará el punto de estabilidad de la base y se derrumba. Pero si no se hace nada puede ocurrir que se caiga antes. En las cimentaciones, las presiones son diferentes en el lado en el que se encuentran agachadas, de 9,8 kg/cm 2 y de 2,7 kg/cm 2 respectivamente. Los mármoles ya han comenzado a romperse en la zona de máxima presión y las autoridades, preocupadas, han comenzado a trabajar para asegurar la torre.

Desde julio del año pasado la comisión de aseguramiento de la torre ha tenido que tomar decisiones. Opcionalmente ha tenido todo tipo de proyectos, desde muy serios hasta los que proponen locuras. Uno de ellos propone dejar la torre en posición vertical, eliminando al primer piso una parte en forma de cuña (baja en inclinación y alta en altura). Otro querría perforar los mármoles y solucionar el problema con la aligeramiento de la torre. Una gran zona de las cimentaciones de la torre también es aquella que pretende enfriar con nitrógeno líquido, etc.

Sin embargo, respetando la voluntad del gobierno italiano, la presidenta de la comisión, Michele Jamiolkowski, ha prometido que el aspecto exterior e interior de la torre no puede ser alterado. La torre seguirá inclinada, aunque ligeramente rectificada y sobre todo estabilizada.

Solución adoptada

En la imagen se ve el cinturón de cables que han colocado a la torre de Pisa. Su objetivo es mantener la cohesión entre las piedras y reforzar la torre.

El camino elegido para asegurar la torre fue propuesto por Fritz Leonhardt de Stuttgart en 1973. El proyecto consta de tres etapas. En la primera se pretende sacar planos muy precisos del edificio y conocer con precisión las fuerzas que soporta. La segunda etapa consiste en colocar un cinturón de cable a los tres primeros pisos por un lado y colocar al norte (al lado contrario de la inclinación) un contrapeso de plomo en la base de la torre. Lo que se va a hacer en la tercera etapa aún no está muy claro, pero vamos a intentar informar de algo.

En la primera etapa se pretende realizar con precisión los planos del monumento, ya que nadie tiene el plano de la torre. Es el organismo francés “Institut Geographique National” y ha utilizado un sistema de fotogrametría. La técnica utilizada se basa en tomar fotos de diferentes puntos sobre un mismo objeto. La torre ha recibido más de mil puntos de referencia y posteriormente, superpuestas estereoscópicamente las fotografías, han podido completar un modelo tridimensional. También le han sacado planos a escala 1/50.

Además, la torre ha sido repleta de aparatos para registrar en diferentes puntos de la misma el cambio de inclinación y los esfuerzos que sufre cada tramo. Con todos estos datos se ha calculado la estabilidad de la torre. De hecho, al ser cilíndrico de forma casi totalmente mármol, no todas las piedras son iguales en calidad y resistencia. Además, el suelo de los cimientos no es firme sino aluvial.

Se ha completado la primera parte de la segunda etapa. Por cable le han colocado un cinturón en los tres primeros pisos. Son un total de dieciocho cables de acero. Cada uno está formado por siete hilos que han sido protegidos dentro de un tubo de teflón. Además, el teflón, de color de la piedra, ha tratado de preservar la estética de la torre. Con los cables se pretende mantener la cohesión entre las piedras de mármol para evitar la caída de la torre. La tensión de los cables a través de los captadores conectados a los ordenadores se controla en todo momento en 13 toneladas.

La siguiente tarea de esta etapa es colocar un contrapeso de plomo. Al otro lado de la inclinación quieren colocar en la base 600 o 800 toneladas de plomo en lingotes. El contrapeso alcanzará un volumen aproximado de 60 m 3. Por el momento no se ha iniciado esta tarea, pero según el proyecto ya debían haber empezado a hacerlo.

Todavía nadie tiene claro qué se va a hacer en la tercera etapa, tras estabilizar la torre y levantarla ligeramente por el contrapeso. ¿Le van a dejar los cables? ¿Le van a quitar contrapesos? ¿Le van a robar cimientos y tierras?

Todo ello dependerá del ángulo que quede al final de la segunda etapa. Según los expertos, si el contrapeso realiza adecuadamente su trabajo y la torre es infinitesimalmente pero se levanta un poco, sería posible retirar los cables del cinturón del primer piso. La torre estaría salvada sin grandes gastos de ingeniería. Pero hay gente que no cree que el contrapeso de 800 toneladas afectará a un edifio de 14,5 toneladas. El contrapeso, además, reduciría ligeramente el fondo.

Reconstrucción de la torre

La torre de Pisa es una de las siete maravillas del mundo. ¿Hasta cuándo permanecerá de pie?

Teniendo en cuenta todo ello, hay quien propone la reconstrucción de la torre con piedras sueltas y con cimentaciones más amplias y robustas. El profesor Roberto di Stefano de la universidad de Nápoles opina así. También en 1871 se desmontó una capilla de mármol y se construyó más lejos del río Arno para liberarse de las inundaciones. También en Egipto, cuando se construyó el embalse de Asuán, se modificaron los templos completos, liberándolos hasta las raíces. Bajo la responsabilidad de la UNESCO, aquellos maravillosos edificios se reedificaron más lejos del agua.

Sin embargo, si se liberara la torre de Pisa, no sería posible dejar los terrenos que luego se encuentran en el interior de los muros como ahora, y algunos apuntan que la nueva torre sería falsa.

Sin embargo, parece que el debate durará mucho y la expresión “...esperándote…” de la popular canción de Antton Balverde no perderá significado.

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