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Kirchhoff estudió en la Universidad de Königsberg y realizó interesantes trabajos sobre la teoría de la electricidad. La corriente eléctrica, por ejemplo, se desplazaba por la velocidad de la luz antes que nadie.
Su fama se extendió cuando en 1854 fue nombrado profesor de física de Heidelberg. Allí R. Se encontró con Wilhelm Bunsen. Se preocupaba de la fotoquímica de Buns, investigando la luz que había pasado en los filtros de colores. Kirchhoff tenía influencia de Newton y formación matemática. Por eso a Bunsen le recomendó utilizar el prisma al investigar la luz, y ambos, proyectando la luz por una ranura al prisma, consiguieron el mismo espectroscopio. Las longitudes de onda de la luz se refractaban de forma diferente y con distintas imágenes en la ranura se obtenían distintos espectros.
El uso del mechero de Bunsen también fue beneficioso. La luz del mechero era débil y no generaba fondos luminosos. De esta manera no se mezclaba con la luz que estaba estudiando o con la luz de los minerales calentados hasta su máximo esplendor.
Utilizando el espectroscopio, Kirchhoff se dio cuenta de que cada elemento químico, cuando se calentaba, dejaba determinadas líneas de color. Por ejemplo, el vapor de sodio incandescente deja una doble línea amarilla. De alguna manera, cada elemento deja sus huellas dactilares en el espectroscopio y así se podía saber si estaba formado por cualquier mineral o elemento.
Hacia 1859 este sistema de reconocimiento de la composición de los materiales se había extendido, encontrándose con espectroscopio nuevos elementos químicos hasta entonces desconocidos. Por ejemplo, Kirchhoff descubrió el cesio y el rubidio en 1860 y 1861 respectivamente.
Kirchhoff llegó más lejos con su espectroscopio. Descubrió que la doble línea brillante dejada por el sodio era igual a la línea D representada por Fraunhofer en el espectro solar. También realizó otros ensayos auxiliares y concluyó que la luz del Sol atravesaba el vapor de sodio. Así que en el Sol había sodio. Así, identificó también otras decenas de elementos.
En sus investigaciones espectroscópicas demostró: Cuando la luz pasa a través de un gas, absorbe las longitudes de onda que el propio gas tendría en su punto más alto. Este fenómeno se conoce a menudo como la “ley de Kirchhoff”.
Posteriormente, la espectroscopia también tomó otro camino. Y es que a través del espectroscopio se empezó a estudiar el Universo amplio y el interior de los átomos diminutos.
El físico Kirchhoff también intentó estudiar el cuerpo negro. El cuerpo negro es el que absorbe las radiaciones de todas las longitudes de onda que llegan a él. Por ello, Kirchhoff aseguraba que una vez que el cuerpo negro se ponía incandescente emitiría todas las longitudes de onda.
Para conseguir un cuerpo negro, Kirchhoff sugirió construir una caja con paredes negras en su interior y un pequeño agujero en una cara. De este modo, la radiación introducida a través del orificio apenas podía volver a salir. Si por medio de las radiaciones se colocaba la caja perfectamente arriba, por el orificio saldrían todas las longitudes de onda.
La investigación del cuerpo negro tuvo una gran importancia para la posterior publicación de la teoría cuántica por parte de Max Planck.
El físico Kirchhoff falleció en Berlín el 17 de octubre de 1887.