Miel: único condimento de temporada

Hace doscientos años el único condimento que se utilizaba para disfrutar de bebidas y comidas era la miel. Hoy en día los usos han cambiado mucho, ya que utilizamos más para curar que para disfrutar.

Este producto producido por las abejas se encuentra a medio camino entre los productos de origen vegetal y animal. Tiene su origen en el néctar de las plantas y la consumimos después de que las abejas las hayan hecho una predigestión.

Desde el punto de vista nutricional, la miel aporta una menor cantidad de energía que los azúcares blancos (304 Kcal/100 g, frente a los 340 Kcal/100 g del azúcar), debido a su mayor contenido de agua en el mismo peso. La cantidad de agua de la miel suele ser inferior al 20% del total de los ingredientes, siendo la calidad más adecuada la de un 17-18% de agua. Los hidratos de carbono son los únicos ingredientes esenciales que componen la miel, ya que sólo contiene unas pocas proteínas. Los hidratos de carbono son principalmente glucosa y fructosa (82%), con algo de sacarosa. También es rica en sales minerales y vitaminas: hierro, magnesio, calcio, potasio, vitamina C y todas las vitaminas del grupo B, excepto B12.

Si lo comparamos con el azúcar blanco, la miel tiene dos ventajas:

  • Para transformar el azúcar blanco que introducimos en energía son necesarias las vitaminas procedentes de otros alimentos. En el caso de la miel, la propia miel contiene las vitaminas necesarias para producir energía de sus carbohidratos, evitando así la demanda de vitaminas.
  • A diferencia del azúcar, la miel no produce caries. Además, contra muchas convicciones, la miel no seca los intestinos y actúa como lubricante.

Dependiendo de la flor original hay muchos tipos de miel. La diferencia entre ambos radica principalmente en la cantidad de glucosa y fructosa. Algunas de estas características y propiedades son:

  • Miel de romero: en casos de estrés y fatiga intensa, es estimulante y ayuda al funcionamiento del hígado.
  • -Miel de arte: de color algo oscuro, suave en sabor y muy rico en sales minerales.
  • -Miel de eucalipto: muy eficaz contra la tos o enfermedades respiratorias.
  • Miel de brezo: acción antiinflamatoria y desinfectante en vías urinarias. Se utiliza en cistitis, cálculo renal y enfermedades de próstata.
  • Miel de lavanda: antiséptica, expectorante y sedante. Recomendado en bronquitis, catarros y tos.
  • Miel de pino y abeto: oscura y recomendada para enfermedades respiratorias.
  • Miel de tomillo: facilita la digestión por lo que es adecuada en caso de gastroenteritis.
  • Miel de castañas: rica en hierro. Su sabor es bastante fuerte.
  • Miel de flor de naranjo: como dice la palabra, se produce con flores de naranjo. Tiene un sabor muy fino y efectos sedantes.

Por último, si sustituimos el azúcar diario por miel, beneficiará a nuestro cuerpo.

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