Costa Vasca (XI): Acantilados de Gipuzkoa

Estamos en la frontera judicial entre Lapurdi y Gipuzkoa. Si avanzamos o retrocedemos, habría mucha diferencia en nuestro análisis. Y es que entre los acantilados de ambos lados hay mucho cambio, entre otras cosas, cuando llegamos a Gipuzkoa entraremos en las zonas del Terciario. Esto nos indica que habrá muchos cambios en la composición, estructura y fisonomía del litoral.

Cabo Higer. Playa de Asturiaga. Puerto romano de Orasón.
M. Estonba

Por estas características, en Gipuzkoa encontramos condiciones de aislamiento que no se dan en los acantilados de Lapurdi. Esto permitirá que la influencia humana sea menor, por lo que podemos afirmar que el grado de conservación de los acantilados de Gipuzkoa es mejor. Sin embargo, el litoral guipuzcoano es también "víctima" de la atracción que el mar genera en los seres humanos, aunque en menor medida que en Lapurdi. Desgraciadamente, esta tendencia se está fortaleciendo en los últimos años y ya es preocupante.

Puede ser un buen momento para empezar a dar la vuelta a esta situación antes de que fuera demasiado tarde. Mientras hagas esta reflexión, el lector tratará de analizar la situación actual de la costa acantilada de Gipuzkoa.

Desde el cabo Higer hasta Zumaia

Comenzamos por la margen izquierda de la bahía de Txingudi, que forma la desembocadura del río Bidasoa, y comenzamos por el tramo costero hasta Zumaia. Obviamente, este tramo es muy diferente al que se observa a la derecha de la bahía. Mientras la costa norte (como se ha indicado en el artículo anterior) es casi perpendicular al mar, el litoral que comienza en el monte Jaizkibel y termina en los acantilados de la margen derecha de Zumaia entra al mar con una pequeña pendiente. En consecuencia, en este tramo de costa no aparecen los espectaculares acantilados que se pueden necesitar en la faja. Asimismo, la vegetación de esta zona presenta una amplia cobertura que alcanza prácticamente el nivel de la pleamar. Por otro lado, la erosión del viento es más acusada en estos acantilados y produce formas extrañas en las piedras.

Punta biosnar y cala de Xixur.
M. Estonba

Cualquier persona que se acerque a este tramo de costa se dará cuenta de lo dicho hasta ahora. Pero, ¿por qué se produce esta morfología? La composición y la estructura de las piedras deben ser estudiadas para comprenderla y, en primer lugar, tendremos que tener en cuenta la edad de los acantilados. Estas rocas son relativamente jóvenes, ya que están formadas por sedimentos del Paleoceno y del Eoceno del Terciario. En esta época, en el este y en el centro los Pirineos estaban bastante levantados, por lo que los sedimentos realizaban un pequeño recorrido antes de llegar a las zonas de sedimentación. Este fenómeno explica, por tanto, la presencia en este tramo de costa de margas arenosas y grandes capas de Flysch de arenisca.

Estas características y la escasa inclinación de los estratos hacen que la erosionabilidad en los acantilados de Gipuzkoa sea baja. Como consecuencia, los elementos geomorfológicos que produce la erosión diferencial son aquí más escasos. Entre ellas, las más abundantes aparecen como incisiones. Su origen se encuentra en los alzados orogénicos, tanto por el empuje principal lparralde/Sur como por la coerción lateral Este-Oeste.

Se cree que estos levantamientos ondularon el eje de la estructura y se produjeron fracturas en las zonas que llegaron a superar la flexibilidad de los materiales. En consecuencia, estas áreas quedaron desprotegidas ante agentes erosivos. Más tarde, debido a las condiciones idóneas para que los ríos lleguen al mar, se ha producido un aumento del fenómeno. La subida del nivel del mar al final de la última glaciación hizo que estos valles se convirtieran en una ría llena de mares. Así se pueden ver en la actualidad.

El río Oiartzun desemboca en Pasaia a través de una estrecha interacular formando un conjunto de gran belleza.
M. Estonba

Los acantilados de Gipuzkoa ofrecen una excelente oportunidad para observar de forma práctica los resultados de los fenómenos descritos. Los ejemplos más ilustrativos son la entrada y la cala del puerto de Pasaia y la ría de Orio. La bahía de la Concha de San Sebastián y la ría del Urumea surgieron de esta manera, pero el diferencial erosivo fue más fuerte y, en consecuencia, en lugar de un simple corte, surgió otra estructura: una amplia bahía con dos islas en el centro (Santa Clara y Urgull).

Llegados a este punto, nos perdonará un breve parón en un entorno merecedor de mención especial, el conjunto formado por la bahía de Zarautz y la isla de San Antón de Getaria. En cuanto a la bahía, se ha creado sobre un diapiro que puede explicar esta importante entrada a la costa guipuzcoana. Además, en esta zona los estratos se doblan bruscamente girando consigo mismos, lo que ha hecho más erosiva esta franja costera. Estos fenómenos y los fuertes estratos de arenisca dieron lugar a la isla de San Antón, hoy artificialmente atada a tierra firme frente a Getaria.

Desde el punto de vista ecológico, en este tramo costero no existe una plataforma de abrasión abierta, por lo que la superficie del ecosistema mareal es relativamente reducida. Las condiciones más adecuadas para el desarrollo de este tipo de ecosistemas se dan en pequeñas calas formadas en las desembocaduras de numerosos arroyos, lo que permite una mayor extensión de la zona.

En la foto del tema se pueden ver los acantilados de Ulía.
M. Estonba

En cuanto al ecosistema de acantilados, sin embargo, la situación es completamente diferente. Su geomorfología establece condiciones de vida más cómodas para los seres vivos y, como se ha comentado al principio, su extensión es muy grande. Aunque el gradiente vegetal típico de estos ecosistemas no es muy pronunciado, la cobertura vegetal puede llegar a alcanzar prácticamente el nivel de la pleamar. Y aquí tenemos que retomar la isla de San Antón de Getaria, donde encontramos la única población guipuzcoana de la especie Limonium binervosum, considerada como la planta típica de las lanvas calcáreas.

En cuanto a la fauna, en esta costa habitan las tres colonias de gaviotas de Gipuzkoa: la de Ulía (entre el cabo de Monpas y la calle Murgita), la de Pasaia (desde Murgia hasta Pasaia San Pedro) y la de Jaizkibel. Aunque la especie más abundante es la Gaviota Patiamarilla (Larus cachinnons), la nidificación de la Gaviota Sombría (Larus fuscus) es cada vez más acusada y en los últimos años se ha extendido la nidificación de algunas Gaviotas Argénticas (Larus argentatus).

Además, en este tramo de costa se pueden observar la mayor parte de los nidos del halcón peregrino guipuzcoano (Falco peregrinus) y, como ya se ha indicado en la isla de San Antón de Getaria, está asegurada la existencia de grandes mirlos rocosos (Monticola solitarius).

Cabe destacar, por otra parte, que la única población de la ranita meridional (Hyla meridionalis) de la C.A.P.V. aparece en el monte Mendizorrotz, existiendo dos especies de reptiles bastante raros en el Jaizkibel: Lagarto verdinegro (Lacerto schreiberi), endemismo de la península ibérica con límite oriental de su distribución en Jaizkibel, y culebra verde-amarilla (Coluber verdiflavus), especie típica de los Pirineos.

En la imagen superior se puede ver la bahía de Zarautz y la isla de San Antón de Getaria. Es un medio de alto valor desde el punto de vista geológico.
M. Estonba

Aunque no está íntimamente ligada a los acantilados, por las especiales condiciones climáticas de los pequeños arroyos que desembocan en el mar por las laderas de los montes Jaizkibel y Mendizorrotz, hay que mencionar la presencia de especies tropicales (Woordwardia radicans, Stegnogramma pozoi, Dryopteris aemulo, etc.). Sin duda, esta puede ser otra razón de peso para la protección de este tramo de costa sometido a especulación, incendios y usos silvestres.

Desde Zumaia hasta el cabo Endata

A partir de Zumaia, la costa guipuzcoana se vuelve a distorsionar y en ella predomina una morfología similar a la de los acantilados de la lparrilla: acantilados verticales y amplias plataformas de abrasión.

La razón de estas similitudes radica en la litología de los acantilados, parte de la costa en la que aparecen de nuevo las estructuras Flysch, compuestas de areniscas, margas y, en menor medida, arcillas del Cretácico Medio y Superior, que fueron mencionadas en el estudio de los lparrales.

Concretamente, alrededor de la punta Azkorri de Zumaia se puede ver el estrato que muestra la transición entre el Mesozoico y el Terciario.

Este singular estrato ha convertido a Zumaia en un punto de encuentro de geólogos. De hecho, dentro del estrato se cree que hay una explicación de la caducidad que ocurrió al final del Cretácico Superior. Varios prestigiosos investigadores afirman que la elevada concentración de iridio que este estrato (y otros similares) explica demostraría que un meteorito enorme chocó contra la Tierra.

La costa guipuzcoana, que se extiende desde la punta de Azkorri hasta el cabo de Endata, constituye la mayor plataforma de abrasión del País Vasco.
M. Estonba

Según esta hipótesis, una nube de polvo que surgió como consecuencia de la colisión cubrió la Tierra durante mucho tiempo, lo que provocó cambios climáticos bruscos y afectó de manera importante a la fotosíntesis de las plantas. Para muchas especies fue imposible adaptarse a las nuevas condiciones de vida, lo que provocó la desaparición de muchas especies. En cualquier caso, esta teoría, resumidamente expuesta, es sólo una hipótesis a día de hoy y hay que tener en cuenta que existen otras hipótesis para explicar el mismo fenómeno.

En la playa de Itzurun y en la cala de Aitzuri, aparece el flysch rosa típico del Cretácico Superior, pero a medida que avanzamos, a medida que nos alejamos de Aitzuri y nos acercamos a Endata, el color se va aclarando hasta que aparece la luz típica del Flysch del Cretácico Medio.

Más que el color, la característica más importante de este tramo costero guipuzcoano es su elevada erosionabilidad. De hecho, el cemento soldable de piedra caliza es muy abundante en la zona, lo que produce erosiones en los acantilados. Todo ello está provocando un retroceso de la costa mucho más rápido que en otros lugares.

Prueba de este rápido retroceso son los acantilados verticales y los valles colgados. Estos valles se deben a que la erosión de los acantilados es más rápida que la de los arroyos. Debido a este fenómeno, los finales de los ríos se encuentran a 10-30 metros sobre el nivel del mar. Por ello, estos arroyos se desembocan al modo de cascadas (como el arroyo Endata) o deslizándose por los muros del acantilado (los ríos San Martín y Loiazu, para una anteiglesia). Esto aporta un alto valor paisajístico a todo el entorno.

Punta Azkorri. Uno de estos estratos contiene el enigma de la desaparición de los dinosaurios.
M. Estonba

Desde el punto de vista ecológico, se dice que el ecosistema mareal más importante de todo el País Vasco es el de este tramo de costa. Además del valor paisajístico anteriormente mencionado, esta afirmación se debe a la diversidad ecológica existente en las inmensas plataformas de abrasión. Así, se ha hecho especial mención a este entorno en el "Catálogo de Enclaves y Espacios Naturales de Importancia de la Comunidad Autónoma del País Vasco", publicado por la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco.

Condena. La mención especial no ha atraído más medidas de protección y, por el contrario, algunas agresiones recientes han puesto en peligro el equilibrio de este rico ecosistema. Entre estos ataques destacan la sobreexplotación humana y la contaminación de los arroyos que se vierten. Respecto a este último problema, se puede afirmar que el arroyo Zakoneta, que recoge los vertidos del polígono industrial de Itziar, ha alcanzado su punto álgido.

Por otra parte, las características propias de los acantilados, es decir, las fuertes pendientes y la dificultad de acceso a los mismos, impiden la extensión de la vegetación y la implantación de comunidades animales. Sin embargo, en estas rocas está asegurado que algunas aves nidifican Belatz (Fako peregrinus) y Haitz-enara (Hirundo rupestris).

Desde Punta Endata hasta Lekeitio

Desembocadura del río Zakoneta en Zumaia.
M. Estonba

Llegados al cabo de Endata, pronto descubriremos que en él comienza una nueva zona. A partir de la zona determinada por una falla, predominan las piedras del Cretácico Medio y los flysches adquieren un color bastante oscuro, debido a que la materia carbonosa es más abundante. A esta estructura se le denomina conjunto rocoso Supraurgoniano. La composición de sus flysch también varía notablemente, ya que las capas están formadas por margas y areniscas asociadas a arcillas y en algunos aspectos aparecen conglomerados de gravas cuarcitas.

Esta composición hace que estos acantilados aparezcan más fuertes frente al cajón, lo que hace que el retraso de la línea de costa sea más lento. No obstante, también se pueden observar en algunos lugares amplias plataformas de abrasión, como en Galdonamendi de Mutriku, que son testigos de este retraso.

La erosión diferencial es también bastante notable en algunos lugares y se pueden citar los siguientes ejemplos:

  • Debido a la existencia de cajones de piedra siderítica entre Deba y Mutriku, aparecen varios picos: Arrilaba, Alkolea, etc.
  • Bahía del puerto por la gran erosionabilidad del diapiro de Mutriku.
  • Conjunto de rocas afectadas por gruesos estratos arenosos de la zona de Saturraran.
  • Espectaculares acantilados de Ondarroa formados por conglomerados poligénicos de alta densidad.

Desde el punto de vista ecológico, en todo el tramo costero aparecen ecosistemas intermareales y de acantilados. Debido a su gran extensión y a la relativa conservación de la estructura natural, las más importantes son las de Mutriku y Saturraran.

Isla de San Nicolás de Lekeitio.
M. Estonba

El acceso a estos lugares es bastante complicado por sí mismo, lo que ha favorecido este tramo de costa. En cualquier caso, la creación de una normativa que controle la presión humana y los permisos de construcción sería un paso muy adecuado para que estos valores ecológicos no lleguen a desaparecer.

Además de todo ello, cabe mencionar que entre Ondarru y Lekeitio, y más concretamente en los acantilados de Berriatua y Mendexa, las condiciones climáticas de los arroyos cortos que desembocan en el mar son muy especiales. De hecho, la geomorfología de estos pequeños valles costeros y el efecto de mitigación del mar hacen que se den condiciones climáticas similares a las tropicales. En las inmediaciones de Mendizorrotz y los montes Jaizkibel se pueden ver también algunas especies de helechos. Desde el punto de vista botánico, por tanto, es un entorno único.

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