La composición de la fauna de las distintas regiones, biotopos o paisajes, la distribución de las diferentes especies y el estudio de las dinámicas y cambios que las presentan o han sufrido se analizan en la zoogeografía (Müller, 1974). Sin embargo, dentro de la zoogografía, desde el punto de vista clásico, ha existido una gran rigidez en la comprensión e interpretación de las comunidades animales. A partir de la aceptación de la vinculación e interacción de cada comunidad con el biotopo que habita, se ha hecho a menudo una comprensión excesivamente estricta de conceptos como el equilibrio ecológico y el equilibrio biocenótico. En consecuencia, la interpretación de la fauna en las regiones concretas también se ha limitado ligeramente, menospreciando la extensión, distribución y dinamismo –o potencial– de la mayoría de los seres vivos.
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