Leche entera y desnatada: ¿en qué se diferencian?

Fenfluramina y dexfenfluramina

Como ya hicimos en el apartado anterior sobre los tipos de leche, hoy hablaremos de sus ingredientes. Los principales ingredientes de la leche entera son: 37% agua; 3,5% proteínas; 4,8% lactosa; 3,1% grasas; 0,7% vitaminas y 700 mg de sales minerales, entre las que destaca el calcio.

Aunque la leche entera contiene todo esto, eliminando algunos ingredientes y añadiendo otros, se obtienen nuevos tipos de leche con el objetivo de mantener la salud.

La leche semidesnatada y desnatada se obtiene eliminando las grasas a medias o totalmente. Aunque nos quieren hacer creer que el resto de los ingredientes de estas leches no cambian, esto no es del todo cierto, ya que al eliminar las grasas también se eliminan las vitaminas solventes de las grasas que se encuentran en su interior, entre ellas la vitamina D, que realiza un trabajo imprescindible para la absorción de calcio. En consecuencia, aunque la leche entera y desnatada tienen la misma cantidad de calcio, el calcio de esta última no se aprovecha tanto como en la otra.

Por ello, en aquellos casos en los que no haya problemas de colesterol y grasa, recomendaríamos leche entera o semidesnatada. Si padecen las enfermedades mencionadas será necesario tomar leche desnatada, pero fijaros en ello, ya que en este caso será mejor enriquecerla en vitamina D.

Otra sustancia que impide la absorción del calcio es la cafeína, por lo que no convertamos la leche en nuestra única fuente láctea.

Para cubrir adecuadamente las necesidades de calcio de una persona a lo largo del día, la ingesta de 2-3 lácteos será obligatoria en adultos y 3-4 en niños y adolescentes. Consideramos lácteo un vaso de leche, un yogur o un trozo de queso de 30 g.

En definitiva, si quieres mantener tu nivel de calcio de forma adecuada y saludable, te recomendamos que tomes leche entera, semidesnatada o desnatada enriquecida en vitamina D (sólo cuando haya problemas de grasa). La leche se tomaría vacía, con café descafeinado o un poco de cola. El consumo moderado de café con leche no tiene efectos perjudiciales, pero se sabe que no tiene valor de lácteo.

BREVES

A finales de septiembre de 1997, por orden de los EE.UU., estos dos medicamentos que tienen como objetivo reducir el apetito por el tratamiento de la obesidad se retiraron del mercado sospechando que por si acaso causaban problemas en las válvulas cardíacas. En Estados Unidos, a diferencia de Europa, estos productos se vendían sin receta médica, por lo que su consumo era relativamente alto y, por lo tanto, la decisión ha sido tomada por miedo a investigaciones concretas en esta materia. En Europa el consumo es controlado por los médicos, por lo que no se ha detectado una relación directa con las enfermedades de las válvulas cardíacas. Por lo tanto, será necesario promover investigaciones más rigurosas si se quiere conocer bien las reacciones y consecuencias reales de estas sustancias.

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