Quienes colaboran con la naturaleza para sacar adelante la vida saben perfectamente la importancia que tiene la protección del medio ambiente, la consideración del ser más pequeño. Aunque serían gigantes entre las criaturas más pequeñas, las abejas tienen una importancia capital para la naturaleza y el ser humano. De hecho, uno de cada tres alimentos que toma el ser humano sería el resultado de un trabajo realizado por una abeja, mariposa, pájaro u otro polinizador. Entre los insectos polinizadores se encuentra la abeja, que representa del 73% al 88% de la polinización.
La polinización consiste en transportar el polen que se forma en las estaminas de una flor -parte arrar de las flores- hasta el pistilo de la misma o de otra flor -parte hembra de la flora-. Es, por tanto, un proceso vital para la vida, ya que la polinización es la principal causa de proliferación de plantas.
Para poder transportar el polen de la planta a la planta se utiliza más de un camino en la riqueza de la naturaleza. Aunque los medios de transporte pueden ser muy variados, según el tipo de polinización, las plantas se han dividido en tres grupos: plantas hidrófilas, anemófilas y entomófilas. Dado que las plantas hidrófilas transportan polen a través del agua, este tipo de polinización no tiene gran importancia, ya que se refiere exclusivamente a las plantas acuáticas. La polinización es anemófila cuando el viento es el camino elegido por el polen. Las plantas gimnospermas, con semillas desnudas y óvulos que crecen sobre un escamas, tienen gran importancia en el caso, por ejemplo en las coníferas, mientras que en los angiospermos, plantas con óvulos en un ovario cerrado, ocurre con algunas, como el maíz o el castaño. En el caso de la polinización entomófila, los transportadores suelen ser insectos. La polinización por insectos es muy importante en plantas angiospermas, manzanos, perales o ciruelos. Mientras los insectos se dedican de flores a tomar su alimento, néctar y polen, sin darse cuenta se les pega el polen al cuerpo y lo transportan sin darse cuenta a otra flor, asegurando así la reproducción sexual de las plantas.
Listorras, moscas, escarabajos, mariposas... son hábiles polinizadores, pero el más hábil es la abeja. Las abejas polinizan más de 3/4 del total de plantas sembradas que alimentan al hombre y el 90% de todas las plantas con flores del mundo. Se estima que en ausencia de abejas se perderían 3.000 especies de plantas. Pues algo, ¿no?
El ecosistema, sin embargo, no es sólo cuestión de cifras, sino también de calidad. Cuando la polinización es adecuada, los frutos son más sanos y más grandes, pero cuando es pobre el tamaño de los frutos disminuye, caen sin madurar y se producen deformaciones. Todo ello tiene una gran influencia en la producción y vida del ecosistema. Las raíces, semillas, hojas, etc. de todas las plantas enriquecen el suelo y aseguran la comida, la protección... y la supervivencia de muchos animales.
Por lo tanto, si está asumido que una adecuada polinización mejora la producción, ¿por qué no proteger más a la nuestra? ¿Por qué no proteger más los trabajos y costumbres de siempre en nuestros caseríos? Prueba de la preocupación de los apicultores por el tema es el proyecto que la Asociación de Apicultores de Gipuzkoa y el Departamento de Genética de la Universidad del País Vasco, en colaboración con las asociaciones de apicultores del País Vasco, tienen para la recuperación y protección de la abeja negra de aquí. No tiene nada que ver con ello y puede que no tenga tanta importancia, pero en Usurbil también se están haciendo trabajos e investigaciones bonitas sobre las abejas.
Uno de los indicadores de Usurbil, además de los muros y sidrerías de su iglesia, es la sensibilidad de este pueblo a la apicultura. Si en Usurbil existe una asociación de apicultores, se ha inaugurado la miel llamada Gorostitxo, y en los dos últimos años se ha celebrado el Día de la Abeja. El último Día de la Abeja, el 29 de abril, en el ámbito de la polinización, ha tenido como objetivo superar el desconocimiento de la sociedad actual.
La investigación que se expondrá a continuación tenía objetivos similares. Por un lado, conocer la superficie no polinizada de Usurbil y los tipos de plantas de esta superficie, y por otro lado, indicar la ubicación más adecuada de las nuevas colmenas que se puedan implantar en el futuro, siguiendo diversos criterios.
Para la consecución de estos objetivos, con la ayuda de un apicultor de Usurbil, se realizó una localización exacta de las primeras colmenas sobre un mapa topográfico. Los datos extraídos se introdujeron en el ordenador a través de los programas informáticos AutoCad y Idrisi, definiendo los límites del término municipal. Así se delimitó el ámbito de la investigación. Posteriormente se realizaron mapas digitales. Una vez digitalizada la ubicación de las colmenas, a cada una de ellas se le asignó una zona de cobertura de un radio de un kilómetro, si bien no existe un consenso importante entre los expertos en este criterio. En el primer mapa se detallan los límites y colmenas del término municipal. Este mapa daba idea de relieve, ya que era un mapa tridimensional. Es importante poner puntos de orientación en los trabajos con mapas. En el caso de la apicultura, dado que la ubicación de las nuevas colmenas suele determinarse en función de la orientación, la explicación de estos datos era imprescindible. De hecho, el conocimiento de algunos datos climatológicos permitía medir la idoneidad de la ubicación de las colmenas, principalmente la dirección principal del viento. No sólo eso, también se podía prever en qué pendiente y hacia dónde convendría colocar las futuras colmenas.
Además de la orientación, se podía considerar la posibilidad de inclinación de pendientes. Así, a partir del mapa topográfico en tres dimensiones se realizó el mapa de inclinación de pendientes. Con este mapa se conoció la dificultad de llegar a diferentes lugares. Teniendo en cuenta que es relativamente difícil caminar por zonas de inclinación superior a 25-30º, más aún cuando hay que andar con carga, como suele ocurrir en la apicultura, se consiguió saber que por la inclinación de Usurbil había poco espacio inadecuado para la apicultura.
Hay que fijarse en la vegetación
Tras analizar las variaciones de la inclinación de las pendientes, el siguiente paso fue observar la vegetación. Para ello, se elaboró un mapa de plantas a partir de mapas actualmente en formato digital. Estos mapas digitales están constituidos por numerosas especies vegetales, por lo que tuvieron que adaptarse a las plantas de la zona de Usurbil. Todo ello para conocer las especies vegetales existentes en Usurbil y su distribución. Todas las plantas fueron incluidas en 10 grupos.
Se superpusieron el mapa de la zona de polinización cubierta por las colmenas y el mapa de plantas. Para ello se elaboraron mapas en dos y tres dimensiones. La superposición de mapas permitió determinar superficies polinizadas y no polinizadas. Gracias a este mapa se pudo observar que la mayor parte de la superficie de Usurbil estaba cubierta por abejas. De ahí ya se podía sacar bastante claro qué tipo de plantas había en la superficie no polinizada, y cuáles podían ser los lugares más adecuados para colocar colmenas en función de esas plantas. Teniendo en cuenta la orientación del mapa, y sabiendo que los vientos y tormentas llegan mayoritariamente por el noroeste, se observó que lo más adecuado es situar las nuevas colmenas hacia el sureste. Así, por un lado, las colmenas estarían orientadas al sur y por otro, tendrían la protección del monte.
También se realizó el último mapa. En este mapa se podía ver por un lado la superficie cubierta por la colmena, pero por otro lado la interferencia de la zona de cobertura de cada colmena con las zonas de cobertura de las colmenas contiguas. Con ello, además de conocer algo sobre la intensidad de la polinización local, la competencia entre colmenas quedaba a la vista.
Una vez realizado los mapas y realizado el estudio, es el momento de recoger la cosecha para conocer el resultado del trabajo realizado y sacar conclusiones. Destacan cuatro ideas principales:
1) Aproximadamente el 90% de los terrenos de Usurbil están afectados por colmenas, por lo que están polinizados.
2) En las zonas centrales del término municipal existe una fuerte competencia e intensidad entre colmenas, mientras que a medida que se acercan a los límites del término municipal la competencia disminuye considerablemente y la intensidad de polinización es mucho menor.
3) Desde el punto de vista de toda la polinización de Usurbil, si en el futuro se implantan colmenas, habrá que tener en cuenta dos zonas: la primera al norte, en las faldas del monte Mendizorrotz, y la segunda al sur, en las faldas del monte Isasti. Junto a estas dos zonas principales, en el límite Oeste de Usurbil, hay una serie de pequeños espacios a considerar.
4) Desde el punto de vista del tipo y orientación vegetal, el lugar más adecuado para la implantación de nuevas colmenas es el norte. Su vegetación, además de estar formada por arbustos, prados y pastizales, presenta una orientación sur. La zona sur, en las faldas del monte Isasti, al ser la mayor parte de las plantas coníferas, no parece ser un lugar idóneo para la ubicación de colmenas.
La investigación se ha llevado a cabo en Usurbil, pero desde el punto de vista metodológico no cabe duda de que se puede realizar en cualquier municipio de Euskal Herria. El deseo de iniciar la apicultura puede ayudar a quien no tiene un criterio claro. Los procesos de polinización adecuados son necesarios para la naturaleza y el ser humano para poder estar sanos. En ello se puede ayudar a la naturaleza. Por lo tanto, ¡que se rompan los límites y se extienda la polinización!