Edificios públicos: instalaciones especiales

Roa Zubia, Guillermo

Elhuyar Zientzia

¿Qué hace con éxito un lugar público? ¿Por qué la gente se reúne a menudo en un lugar y no en otro? Si la respuesta fuera sencilla, las ciudades serían más amables… ¿o no? Está claro que las posibilidades están limitadas por la escasez de dinero, pero tal vez no sea más que una excusa y se pueden hacer diseños más amenos y originales.
Estación de Kyoto.

En el caso de los edificios públicos, la funcionalidad es en gran medida imperativa. Por ejemplo, en el diseño de una estación de autobuses, la prioridad viene determinada por las características del transporte. Pero teniendo en cuenta estas características, los edificios públicos ofrecen al arquitecto la posibilidad de experimentar tanto desde el punto de vista de nuevos materiales como de diseño.

Muchas veces estos experimentos son la única manera de construir edificios baratos para grandes eventos. Los estadios con techo son buenos ejemplos: para construir techos grandes y luminosos se necesitan estructuras ligeras y a la vez resistentes. Para la Exposición Universal de Osaka se construyó en 1970 el primer techo neumático gigante. Otras estructuras similares se han inventado desde entonces para construir instalaciones singulares.

Los edificios públicos son instalaciones singulares desde el punto de vista del diseño, tamaño, etc. Normalmente tienen un gran espacio (pueden llegar a tener una planta de 45.000 metros cuadrados), pueden estar en la superficie o en el subsuelo, algunos deben diseñarse para tener luz natural y otros para ser completamente oscuros. Además, todos ellos dispondrán de instalaciones de seguridad y mantenimiento.

Cine Imax de Londres.

Las instalaciones especiales no son fáciles de diseñar. Entre otras cosas, generan distorsión en la organización de la ciudad y, desde el punto de vista constructivo, exigen la participación de muchos campos de investigación (aparentemente sin que algunos tengan que ver entre sí). En la actualidad destacan el diseño y la simulación por ordenador. Mediante métodos numéricos se calcula si las cúpulas pueden ser fabricadas con nuevos materiales antes de su construcción.

Construido para ser funcional

Jardín botánico del Cono.

Aunque requieren grandes dimensiones y espacios, la mayoría de los edificios públicos no suelen ser altos. Sin embargo, las estructuras que sustentan estos edificios tienen mayores cargas que las de las viviendas. Por ello, deberán disponer de sistemas de cimentación y vigas que distribuyan adecuadamente esta carga. Si una planta es demasiado débil para soportar la carga, la viga transfiere a otra planta más robusta. En el caso de cimentaciones, la construcción puede ser todavía más compleja, ya que depende de la parte inferior del edificio; por ejemplo, si el propio suelo no puede soportar la carga de todo el edificio, se requieren cimentaciones “flotantes” u otros sistemas.

Estación de tren de Milán.

En cuanto a la cubierta exterior, los tejados planos y las paredes transparentes son muy utilizados en este tipo de edificios. La instalación de un tejado plano supone superar una serie de dificultades, ya que exige características especiales, como las técnicas de contención del tejado y los sistemas de drenaje del agua de lluvia son muy especiales en este tipo de estructuras. Sin embargo, el tejado plano es una solución eficaz para edificios de gran planta. Esta parte del edificio está diseñada para ser totalmente funcional y normalmente no aporta ninguna aportación extra a la estética.

El cristal, sin embargo, ofrece muchas posibilidades para preservar la estética y crear ambientes; a veces el cristal, en lugar de ser transparente, es coloreado. Sin embargo, a pesar de la estética y el uso de la luz, el diseñador considera muchos otros factores. Estas estructuras tienen mucho que ver con la transmisión del calor: es la gente que entra una importante fuente de calor en los edificios públicos, y el calor producido por la multitud puede ser suficiente para calentar el edificio. Puede ayudar en climas fríos, pero en climas cálidos es una fuente de problemas. El cristal teñido ofrece la posibilidad de producir molestias al sol.

También son habituales las paredes metálicas. Sin embargo, la tecnología es imprescindible para hacer frente tanto a los efectos del viento como de la lluvia. A pesar de no ser un ejemplo representativo, el Museo Guggenheim Bilbao ha recibido la conclusión de que las planchas exteriores de titanio empezaron a oxidarse y se tuvo que preparar complejos sistemas de lavado.

Arriba y abajo

Centro Pompidou, obra de tubo.

Los servicios de los edificios públicos también constituyen un marco de trabajo extraordinario. Por un lado, el sistema de seguridad debe permitir que muchas personas salgan lo antes posible y hacer frente al fuego y al humo. Por otro lado, el propio edificio debe ofrecer un "modo de transporte" (ascensores, etc.) y sistemas de escaleras eficientes. La distribución de la gente es muy importante, ya que en muchos edificios públicos se producen movimientos improvisados.

Para gestionar estos movimientos, la disposición de los pasos y escaleras debe ser sencilla y limpia. Requiere un diseño que permita salir de cualquier punto del edificio a la calle en el menor tiempo posible, siempre y cuando sea posible, con las puertas que encuentre en el camino empujadas, es decir, el movimiento de la puerta debe ser siempre hacia fuera.

El Teatro Globe de Londres, ejemplo de las salas de espectáculos de la época de Shakespeare.

Esta ordenación es sencilla en muchos edificios, pero en otros el diseño se complica. La estructura de las salas de cine es un ejemplo muy especial. En la actualidad, en un mismo edificio hay muchas salas a la vez, cada una de ellas requiere una instalación especial. Para que no salga el sonido hay que aislarlo, ya que toda la sala suele ser una caja y lo que pasa dentro sólo hay que escucharlo dentro. El diseño no es sencillo: esta estructura debe mantener el fuego y el humo, además de disponer de sistemas de riego y ventilación preparados para actuar en cualquier momento. Además, hay que tener en cuenta que en la sala de proyección se deben almacenar películas inflamables de acetato, lo que aumenta el riesgo en caso de incendio.

Teatro Queens de Nueva York.

En otros edificios públicos este problema es más grave: hospitales y laboratorios, por ejemplo, necesitan grandes almacenes para almacenar medicamentos, alimentos, botellas de gases y líquidos, etc. Además de la seguridad, se debe cuidar especialmente la limpieza de estos lugares.

Tubos ocultos a la vista

En los sistemas de tuberías se puede avivar la tendencia del diseñador de un edificio público. No es un problema puramente estético, este aspecto del diseño engloba muchos factores. A mayor densidad de población, mayor complejidad del sistema de tuberías. La tubería dispone de tuberías de inodoros interiores, fuentes de agua y drenaje, pero no son las únicas; los sistemas eléctricos y de ventilación deben instalarse junto con los conductos de evacuación de los residuos. ¿Dónde entra todo esto?

Al hablar de este problema, a muchos le vendrá a la cabeza el centro Pompidou. La característica principal de este edificio es la de tener las tuberías a la vista. En este caso, el sistema de tuberías se ha convertido en arte, en parte se puede decir que la fachada está formada por un conjunto de conductos. Sin embargo, en los edificios funcionales la visibilidad del sistema de tuberías también se ha convertido en una práctica habitual, ya que en el mantenimiento resulta de gran ayuda disponer de todas las instalaciones.

Dependiente del ordenador

Edificios públicos que requieren mucho espacio. Estación de Santiago de Chile (arriba) y Centro Comercial EEUU (abajo).

Los modelos matemáticos están adquiriendo cada vez mayor fuerza en el diseño. Todo lo anterior es muy difícil de tener en cuenta y además el edificio debe situarse en un entorno concreto. Hay que ofrecer al público la posibilidad de acercarse a este emplazamiento sin crear un caos en el 'estilo de vida' de la ciudad.

Un edificio puede estar compuesto por plataformas, ascensores, escaleras, pasarelas, pasos de equipo eléctrico y mecánico, etc. La elaboración de cada uno de ellos requiere una metodología y un diseño específico que permita coordinar todos los componentes siguiendo una secuencia de construcción concreta.

Para su construcción es imprescindible la realización de estudios geológicos, no sólo antes de su inicio, sino también durante su construcción, para asegurar la continuidad de la obra en pie. Junto a ello, es necesario el uso continuado de herramientas y metodologías como la transformación del suelo y la prevención del impacto ambiental.

La ordenación de todo ello supone otro trabajo adicional: el urbanismo.

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