En el ciclo de obra civil de la Formación Profesional de Bidasoa-Irun se adquirió un drone hace tres años y desde entonces se está trabajando con un dispositivo volador. "Utilizamos el dron para realizar trabajos de fotogrametría a través de fotografías --de Dani Tenarena, uno de los profesores del ciclo. Buscamos obtener información tridimensional de la Tierra para elaborar mapas que reflejen la planimetría y altimetría del terreno. De la tierra o de un objeto. De hecho, al hablar de fotogrametría, yo puedo reflejar de la misma manera el monte Jaizkibel o, por ejemplo, la iglesia de Hondarribia. Al final es un objeto que yo puedo imaginar".
Para realizar trabajos con fines puramente estéticos o de entretenimiento, el dron se puede conducir manualmente mediante un joystic y con el dispositivo a la vista. Sin embargo, para otros trabajos técnicos, se conducen de forma programada. En el ordenador se realiza la programación del vuelo, se especifican algunos puntos a recorrer, los puntos waypoints y se le indica qué hacer en esos puntos.
Para la realización de trabajos de fotogrametría, por ejemplo, el dron realiza fotografías de la tierra de forma alineada en función del objetivo que se desea buscar y del recorrido que se le ha dado. Cada una de las fotografías se superpone a la siguiente, cubriendo el 60-70% de la anterior en longitud y el 30-40% en anchura.
A través de varias ecuaciones es posible saber en qué momento se ha sacado cada una de las fotos y dónde estaba la cámara en el momento de su salida. Con esta información se determina la posición de todos los objetos superficiales. "Cuando preparamos el vuelo, decimos al dron, vuela sobre la playa y haz fotos superpuestas al 70% y al 40%. Cuando lo programamos así, es el propio software el que decide el número de fotografías y posiciones que debe realizar para cumplir con los requisitos que nos hemos marcado. El resultado es una nube de puntos".
Según Dani Tena, durante el ciclo, los alumnos deben adquirir la capacidad de aprender a programar un software que vuela el dron. "No sólo eso, sino que también deben aprender a programar el vuelo y después, una vez que el dispositivo ha aterrizado, aprender a obtener fotografías, a utilizar software de fotogrametría y a realizar mapas en tres dimensiones".
La fotogrametría con drones es considerada como la heredera de la topografía clásica en la escuela, sobre todo desde el punto de vista temporal y de coste. "Cuando va a realizar el muestreo de la tierra, el topógrafo debe tomar datos punto a punto. Para obtener entre 3.000 y 5.000 puntos, un topógrafo puede pasar una semana trabajando con métodos clásicos. Nosotros volamos una mañana o una tarde, traemos los datos al ordenador y en 20 minutos generamos 1.000.000 de puntos. Quizá la calidad de nuestros puntos no sea tan buena, pero la cantidad representa esta carencia".
En los planos que se generan con las imágenes obtenidas por los drones aparece todo lo que se encuentra en superficie: rampas, arbustos, vallas, escaleras, bancos... Y de estos modelos también obtienen ortofotos, es decir, representaciones mediante fotografías de la superficie terrestre, con todos los elementos que aparecen a la misma escala, sin errores de perspectiva. En los ortofotos, por tanto, se podrán realizar mediciones precisas, al igual que en los planos habituales utilizados en cartografía. "Es el futuro. La topografía y la cartografía han evolucionado a lo largo del tiempo, han pasado varias fases, y esto es uno más. No tendría sentido enseñar a los alumnos a utilizar las herramientas que se usaban hace 10 años", dice Tena.
Para el par dronea-fotogrametría se prevén nuevas aplicaciones: modelización de edificios, restauración, excavación arqueológica tantas veces como se desee, estado de canteras, control de instalaciones eléctricas, etc. El trabajo del dron dependerá del sensor que se le ponga. "El dispositivo volador tiene su importancia, pero el dispositivo no es el más importante, sino el sensor que se le va a aplicar. Si le pongo la cámara normal, hará fotos normales, el dron hará el trabajo según lo que le vamos a aplicar con la cámara de vídeo, con un arma… Como Formación Profesional nuestro objetivo no es volar los dispositivos. Lo importante es que el alumno sepa qué tipo de sensores puede colocar en el dron y qué puede hacer con esta información".
Cuando el dron pisó la arena de Ondarreta es el mediodía y el ejercicio ha terminado. La batería tampoco la da para mucho más, cerca de una hora de recorrido. Tiempo suficiente para recoger los datos, retornar al centro y realizar el ortofoto de la playa con la información recibida.
Los usos de los drones pueden ser, por tanto, muy variados, y el propio uso condiciona con frecuencia el diseño del mismo. Se clasifican en función del peso y tipo de sur. "Las de menos de cinco kilos, como la nuestra, entran en la categoría de micrófonos; a partir de ahí, hasta 200 kilos, se consideran de categoría media y más de 200 kilos como grandes. También se realizan clasificaciones según su plano de contención para conseguir volar. Teniendo en cuenta esto, se distinguen principalmente dos tipos de drones: los de alas giratorias y los de alas fijas. Las rotativas pueden tener dos alas, cuatro, seis, ocho o más; las fijas son como aviones, con una hélice que permite la propulsión del dispositivo y alas que aseguran el plano de contención".
El dron de Formación Profesional de Bidasoa-Irun es eléctrico y funciona con baterías. Los drones más grandes también utilizan otro combustible, combustibles líquidos como los aviones, y tienen una gran autonomía para volar, tanto en el tiempo como en kilómetros. Pueden llegar a recorrer miles de kilómetros.
Tanto de un tipo como de otro, los drones se mueven en una situación de alegalidad, ya que todavía no existe una normativa clara. Se trata de iniciar el desarrollo de una normativa a nivel europeo, pero hasta el momento se pueden utilizar libremente en un espacio aéreo no controlado. Es decir, no se pueden utilizar en las zonas en las que se mueven los aviones comerciales --en las proximidades de los aeropuertos -, no pueden superar los 300 metros de altura, ni los vuelos sobre grandes aglomeraciones están prohibidos, pero el resto no tiene límites. "En Estados Unidos están más avanzados desde el punto de vista normativo y ya se prevé que para 2015 grandes drones y aviones comerciales compartan espacio aéreo". Es decir, que hay nuevos colonizadores.