CIMA-SIMA: investigación y tecnología como vía aérea de la agricultura
Zetiaz-Elhuyar : ¿Cómo se estructuran estos centros de investigación?
J oaquín Salazar : Las investigaciones se realizan principalmente en los tres centros integrados en el Departamento de Industria, Agricultura y Pesca. Por un lado, tenemos AZTI, donde se abordan la pesca, la oceanografía, el medio ambiente y la tecnología de los alimentos, y por otro lado, el CIMA de Arkaute y la SIMA de Derio, donde se realizan investigaciones agropecuarias.
Z-E : ¿Cuál es la función específica de CIMA y SIMA?
J.S. : El CIMA de Arkaute tiene como misión principal la investigación. Trabajamos la producción de plantas y animales y la sanidad vegetal. Por su parte, SIMA tiene dos obligaciones principales: por un lado, la investigación, es decir, el estudio de temas relacionados con la patología animal y los recursos naturales, y por otro, la prestación de servicios en los laboratorios locales. Estos servicios se ofrecen a ganaderos y veterinarios y, por ejemplo, cualquier persona que tenga algún problema con el ganado puede enviar muestras al laboratorio y en él se realiza un diagnóstico. Estas muestras nos llegan por todo el estado y creemos que es una señal del buen nivel de los servicios.
Z-E : ¿Cuántos investigadores y personal hay en los centros?
J.S : En los centros trabajamos dos tipos de personal, permanente o fijo, que viene a realizar proyectos concretos, como becarios o investigadores en desarrollo de la tesis. Estas últimas varían año tras año. En este momento en el CIMA estamos trabajando 48 personas y en SIMA 54. En CIMA-SIMA actualmente tenemos en marcha unos 60 proyectos.
Z-E : ¿Cuál es la fuente de ingresos para estos proyectos?
J.S. : Presupuesto total de los centros (personal, mantenimiento, infraestructuras, etc.) Lo aporta el Departamento de Industria, Agricultura y Pesca, pero los proyectos tienen tres fuentes principales de ingresos: Europa, Estado y Gobierno Vasco.
Z-E : ¿En qué pasos se desarrolla un proyecto, quién fija las prioridades de las investigaciones y la metodología a seguir?
J.S. : Los grupos de trabajo que se organizan en primer lugar en el Plan General del Caserío Vasco fijan unos objetivos. Para llevar a cabo estos objetivos se forman mesas sectoriales y mesas técnicas. La mesa sectorial está compuesta por productores, distribuidores, transformadores, servicios y responsables de administración. En las mesas técnicas participan técnicos de centros de investigación. Después, aunando las propuestas de ambas mesas, tratamos de seguir las demandas de los diferentes sectores y diseñar los proyectos. En cualquier caso, consideramos que la investigación básica es necesaria, ya que es fundamental para su posterior incorporación a otros proyectos de aplicación más práctica.
Z-E : ¿Cuál ha sido la valoración de los estudios realizados hasta la fecha?
J.S. : Hay que tener en cuenta que ambos centros fueron transferidos al Gobierno Vasco en 1981 y que el trabajo realizado hasta la fecha fue muy diferente. La actual SIMA era un laboratorio dedicado a la sanidad animal en aquella época y la Estación de Mejora de la Patata CIMA. Sin embargo, cuando quedaron en manos del Gobierno Vasco, se renovaron las infraestructuras y se contrató a un gran número de investigadores y personal, con lo que se ampliaron notablemente las áreas de investigación. Entre las investigaciones llevadas a cabo desde 1981 se destacan los ensayos realizados para la obtención de nuevas variedades de patata, la mejora del pino radiata o insignis, o los estudios realizados sobre enfermedades transmisibles de los animales.
Z-E : ¿Cuáles son actualmente las líneas de investigación más importantes que se desarrollan en los centímetros?
J.S. : Entre tantos proyectos me resulta muy difícil mencionar a unos pocos, ya que los proyectos que a menudo han necesitado mucho dinero y recursos se quedan en bancarrota por diferentes motivos. A continuación, proyectos más sencillos obtienen excelentes resultados. Sin embargo, estamos trabajando mucho, por ejemplo, para que algunas hortalizas conserven sus cualidades genéticas y distintivas, como la alubia de Tolosa, el pimiento de Gernika, la guindilla de Ibarra, etc. Algo parecido se está haciendo con la patata, para conseguir las variedades más adecuadas para las distintas regiones en las que se siembra la patata. Por otro lado, también estamos trabajando en la mejora genética de la oveja latxa y ya hemos conseguido resultados espectaculares, ya que hemos aumentado mucho la producción lechera del ovino.
Z-E : ¿Cómo se publican estos resultados? ¿Se realizan trabajos divulgativos?
J.S. : ¡Por supuesto! Aunque nuestra labor principal es la investigación, publicamos los resultados. Además, a iniciativa principalmente de asociaciones profesionales, ofrecemos charlas y cursos que nos acercan a agricultores y ganaderos.
Z-E : ¿Qué tipo de proyectos tenéis entre manos de cara al futuro?
J.S. : Consideramos que el camino que hemos tomado en los últimos años es correcto y adecuado, y aunque en adelante se van a llevar a cabo nuevos proyectos, vamos a hacer un esfuerzo especial para consolidar los principales proyectos ya iniciados: mejora genética de la oveja latxa, ensayo de nuevas variedades de patata, mejora del pino insignis, etc. Y es que hay que tener en cuenta que algunos proyectos dan sus primeros resultados a muy largo plazo, por ejemplo, algunos proyectos que se están desarrollando en el sector forestal no darán resultados hasta la deposición de los árboles, por lo que en este caso será de 20-25 años. Por eso es tan importante fijar bien los caminos desde el principio.
Z-E : La patata ha tenido históricamente una importancia capital en los laboratorios de Arkaute, mientras que la situación del sector no es la deseada. ¿Cómo compaginan los avatares económicos de los sectores con las prioridades de investigación?
J.S. : Es cierto que hay mucho trabajo en torno a la patata, y ahora que el sector está en crisis, nadie pide investigación al respecto. Pero eso no quiere decir que nosotros tengamos que dejar la patata de lado y para entender lo que digo se pueden citar varias razones; por un lado, detrás de la situación actual hay estudios de base sólida a los que hay que sacarle partido; por otro lado, en el Estado español nadie investiga la patata y, por lo tanto, si dejamos esa tarea, no la tomaría nadie; y por último, el sector no siempre estará en crisis.
Z-E : ¿Qué opinión tiene de las plantas transgénicas que tanto han significado?
J.S. : No soy partidario, pero no hay que confundir plantas transgénicas con biotecnología. Aunque las plantas transgénicas se obtienen gracias a la biotecnología, esto no significa que la biotecnología sea perjudicial. La biotecnología es muy útil para nosotros, por ejemplo, conseguir variedades de patata resistentes a enfermedades.
Otra cosa es la que ha ocurrido con el cuerpo: estas plantas transgénicas son resistentes a un herbicida que, a excepción de la sosa transgénica, mata a todas las demás hierbas y plantas, con lo que los beneficios son enormes. A nosotros no nos interesa producir lo máximo posible por hectárea, ya que nuestro territorio montañoso no es adecuado para ello. Nuestro objetivo es producir productos de calidad con el menor impacto ambiental posible.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
