El Instituto Nacional del Consumo ha editado un folleto titulado “El Abecedario de Medicamentos”, que por su interés se emitirá posteriormente en euskera. Hay que tener en cuenta que el lector, el seminarista no tendrá la totalidad de la lengua española. A ver cuándo empiezan a pensar en euskara:
No hagas automedicación con medicamentos que requieran receta médica.
El BOTIQUÍN no debe tener demasiadas cosas en casa: materiales de cura y sólo los medicamentos necesarios para solucionar los pequeños accidentes o problemas de salud leves (quemaduras, golpes, heridas, dolores u otros) sin acudir al médico.
Los medicamentos deben almacenarse en un lugar fresco y seco (ni la cocina ni la sala de baños son los lugares más adecuados), lejos del alcance de los niños, y es necesario revisar periódicamente el botiquín para desechar medicamentos caducados o dañados.
Antes de UTILIZAR un nuevo medicamento debe informar a su médico o farmacéutico sobre si tiene alguna alergia, si está tomando otro medicamento, incluso los que usted compra y toma por su cuenta, si padece alguna enfermedad o problema de salud y, por último, si es mujer, está embarazada o tiene sospechas de ello.
La acción beneficiosa de los medicamentos suele ir acompañada de molestias más o menos molestas. Estos se denominan EFECTOS SECUNDARIOS o efectos secundarios. Antes de iniciar un tratamiento es necesario conocer qué efectos secundarios pueden aparecer, cuánto durarán, qué hacer si aparecen y cómo prevenirlos. En cualquier caso, si sufre una reacción inesperada, debe comunicarlo al médico o farmacéutico.
Un mismo medicamento puede aparecer en diferentes FORMAS FARMACÉUTICAS: cutáneas, externas, de aplicación (pomadas, cremas, etc.) o verbales (pastillas, jarabes, cápsulas, etc.) ), glúteo (supositorios) o incluso inyección. Pautas de cada forma farmacéutica, dosificación, etc. tiene diferentes, que hay que conocer.
Los medicamentos se identifican mejor por su denominación GENÉRICA o por el principio activo (así aparecen en los libros y revistas científicas). La marca o nombre comercial es el nombre que cada laboratorio da a su farmacia. Por ello, para la misma denominación genérica pueden existir varias marcas comerciales, pero recordad que el medicamento será el mismo.
Abreviatura de la hora. Es importante que el paciente respete las TOMAS (o HORARIO) de sus medicamentos para conseguir el máximo beneficio y evitar problemas. Para que no se olvide el turno, o para que no haya errores, todo ello puede programarse con ayuda de gráficos, indicando la hora del día (con comidas o al levantarse de la cama, por ejemplo) a la que se deben coger, así como el tiempo entre turnos.
Los medicamentos pueden tener INTERRELACIONES o EFECTOS MUTUOS con otros, así como con los alimentos o el alcohol, aumentando o disminuyendo su eficacia, incluso provocando efectos nocivos y no deseados.
Por ello, antes de empezar a utilizar cualquier medicamento, se debe informar al farmacéutico o al médico de los medicamentos que ya está tomando, sin olvidar los medicamentos sin receta o los medicamentos que se toman para los “husillos”.
Por otro lado, la DURACIÓN de los tratamientos es un punto a respetar. No hay que dejar de tomar la medicación porque el paciente empieza a sentirse un poco mejor, salvo por indicación médica, ya que una mala recuperación del tratamiento puede impedir la curación completa de su enfermedad, como ocurre con los antibióticos. Pero tampoco conviene alargar más tiempo el tratamiento sin consultar al médico.
Los medicamentos no son un JUEGO. Los niños les gustan mucho, por su color y forma atractivos y por eso es bastante frecuente que se produzcan accidentes en los niños. Explica a tus hijos para qué son los medicamentos y enseñarles a respetarlos.
La administración de medicamentos debe ser CUIDADOSA y CUIDADOSA, pero debe prestarse especial atención al embarazo, la lactancia, las personas de la infancia o la edad avanzada, la diabetes, la hipertensión o cualquier tipo de alergia al paciente o a la deficiencia hepática o renal.
Un medicamento no siempre es una solución. A menudo es recomendable acudir a una MEDIDA NATURAL: reposo, beber mucha agua, comer más adecuadamente, dejar de fumar, evitar riesgos medioambientales, hacer ejercicio, etc. Así que no te sorprenda si tu médico no recita nada.
Es muy importante tener claro si debes tomar tus medicamentos en la época de las comidas (o inmediatamente después de las comidas) o que por el contrario el estómago está vacío (una hora antes de las comidas o dos o tres horas después). Porque las COMIDAS pueden interferir en la absorción de ciertos medicamentos y, por tanto, disminuir su eficacia. Por otra parte, en algunos casos puede ser necesario tomar medicamentos con comida o después de comer para evitar molestias gástricas.
LA RECETA MÉDICA es algo personal, un formulario que indica una determinada medicación para una persona en un momento dado. No utilice sus medicamentos con otras personas, por lo que no piense que otra persona (aunque tenga síntomas similares) debe seguir el mismo tratamiento, ya que sólo el médico puede valorar la conveniencia de un tratamiento.
Conoce los SÍMBOLOS Y SIGLAS que aparecen en el etiquetado de los medicamentos:
Algunos medicamentos acostumbran el cuerpo a sus efectos. Este fenómeno se conoce como TOLERANCIA (o TOLERANCIA), por lo que se “acostumbra” al paciente a utilizar el medicamento de forma continua y a ir añadiendo dosis para conseguir los mismos efectos que antes se obtenían (como ocurre con los laxantes). En cualquier caso, si se observan síntomas de tolerancia, comuníquelo al médico que le ofrecerá otra alternativa. También puede darse una dependencia o dependencia de un medicamento, como el anterior, una utilización peligrosa que debe ser reparada de raíz.
Aquí ha terminado el seminarista, que como en otros casos nos ha quedado bastante cojo o patoso: faltaban algunas letras, pero en otras faltaban más de un consejo. Pero, bueno, como todas las sesiones con fines didácticos, tiene sus ventajas y es mejor abordarlas que marear constantemente sobre posibles errores o lagunas.