Si se trata de un Estado con muchos incendios, España es el mejor ejemplo. Cada año se queman miles de hectáreas y además se va ampliando la superficie quemada año tras año. En la tabla presentamos los datos de los últimos veinticinco años. Las conclusiones que se pueden extraer son realmente preocupantes.
Si bien se dice que un cigarro está mal apagado o poxpolu o que los campesinos se queman para limpiar la tierra, a un 70% nadie sabe lo que ha pasado al principio.
Por lo tanto, junto a campañas de propaganda que nos piden que nos atiendan, los investigadores han roto otros caminos.
Las investigaciones van encaminadas a reforzar la autodefensa del bosque, es decir, que la naturaleza sea capaz de combatir el incendio tras el incendio y sin la participación de los hombres. Los contrafuertes son muy conocidos en nuestros montes y resultan adecuados en algunos casos. Sin embargo, los investigadores se han dado cuenta de que una de las causas más poderosas que impulsa el incendio es la "suciedad" formada por zarzas y hojarascas. Esta "suciedad" ha crecido a lo largo de los años, ya que antes había más abundantes sueldos de ganado y se retiraban matorrales y hierbas. Por el contrario, debido a la caída de los saldos existentes en la actualidad, las matorrales y hierbas han predominado en los montes, aumentando el riesgo de incendio.
Para huir de la limpieza de montes y bosques, se pretende impulsar dos vías. Por un lado, tenemos los saldos ganaderos. En ellas, las cabras son las principales "desbrozadoras" y por ello, llevar a los grupos de cabras a varios bosques con riesgo de incendio. Asimismo, los rebaños también ayudan a mantener limpios los pavimentos del bosque a base de hierbas. Para que la influencia de estos saldos ganaderos sea la deseada, es necesario conocer bien el ecosistema de la zona a experimentar.
Por otro lado, el fuego es uno de los principales defensores de los montes. Pero, ¿cómo es posible?
Puede sorprender el uso del fuego contra incendios, pero parece que el control del fuego es favorable. Algunos centros de investigación han roto este camino midiendo la inflamabilidad de cada especie arbórea. Gracias a ello, sabemos que el pino de Aleppo es, por ejemplo, uno de los más débiles al fuego.
Las características de cada zona determinarán el lugar, el momento y la forma en que deben realizarse los fuegos controlados. Está claro que cuando la tierra está muy seca y hace mucho viento no se puede hacer fuego controlado. Por lo tanto, este tipo de acciones se realizan alrededor del invierno. Aunque no se haya dicho hasta ahora, con el fuego controlado se eliminan matorrales, espigas y hierbas secas y se enriquece el suelo.
En definitiva, los incendios se producirán siempre, pero si se adoptan medidas mínimas previas, se reducirá considerablemente el riesgo de posibles daños.
Acercándonos al País Vasco y leyendo los informes de incendios, hay que citar dos notas.
Por un lado, la mayor parte de los incendios se han producido en el lugar donde se encuentra el pino, conocido como "pinus insignis". Y por otro lado, que en algunos lugares, como Aralar, hace tiempo que no se han tenido noticias de los incendios. Es más, en la zona del haya es difícil tener noticias de los instintos. Por lo tanto, en materia de incendios en Euskal Herria no sería difícil la elección de la especie arbórea, ¿no?