Los científicos comenzaron a dar cuenta de la preocupante situación hace unos diez años. De hecho, el descenso de las poblaciones no se estaba produciendo únicamente en determinadas zonas o cuencas, sino en toda Europa y en el norte de África. Tras las investigaciones, el ICES/CIEM concluyó que la anguila europea estaba fuera de los límites biológicos de la sostenibilidad (International Council for the Exploration of the Sea).
Tras muchos trabajos de investigación, en 2007 se aprobó un reglamento para hacer frente a esta situación. En esta normativa se señala como objetivo principal la recuperación de poblaciones de anguila. Para ello se busca que el 40% de la anguila nacida vuelva al mar. Esto se conoce como porcentaje de fuga. Este objetivo plantea muchos retos a los científicos. Y es que es difícil controlar este dato, y no está claro en una situación ineficaz el porcentaje que consigue volver al mar.
Para garantizar la desembocadura de Aingi, la normativa busca limitar las muertes provocadas por el hombre. Para ello, impone a los países que integran el ICES la obligación de elaborar planes de gestión. En los planes de gestión se incluyen medidas como la limitación de la pesca comercial y recreativa, la repoblación, la mejora del hábitat y de la conectividad de los ríos, el estudio del impacto de los depredadores naturales y el desarrollo de la acuicultura de la especie.
Hace dos años se comenzó a desarrollar el Plan de Gestión de la Anguila en la CAPV. El Grupo de Trabajo para el desarrollo del Plan Comunitario aglutina a todas las entidades implicadas en la gestión de la anguila, tanto administraciones como agentes científico-técnicos: Gobierno Vasco, Diputación Foral de Gipuzkoa, Diputación Foral de Bizkaia, AZTI-Tecnalia, Ekolur Asesoría Ambiental y UPV/EHU. Con ellos han colaborado la Diputación Foral de Álava, la Escuela de Acuicultura de Mutriku y el sector pesquero.
En este plan de gestión se presentan una serie de medidas concretas para su aplicación en el caso de la CAPV. Entre ellos se encuentra la gestión de la pesca. En este apartado se mencionan varios puntos. En primer lugar, se pide a los pescadores que cumplan estrictamente las condiciones para renovar la licencia de pesca. Estos entregarán anualmente a la administración un cuaderno con los datos de las capturas. Así, tanto la administración como los investigadores reciben información de primera mano. Además, de esta manera, los pescadores participan en el desarrollo del plan y faenan con mayor responsabilidad. Además de hacer cumplir el cuaderno, se les pide que entreguen estos datos dentro de los plazos --hasta ahora muchos los entregaban fuera de los plazos, lo que condiciona los datos para la investigación-.
El cupo de capturas de la angula depende de la gestión de la pesca --apenas existen anguilas en la CAPV -. Así, se establece un límite de 2 kilogramos por pescador y día, tanto en las pesquerías realizadas desde tierra como desde embarcaciones.
Además se establece una reducción de la temporada de pesca. Hasta ahora se prorrogaba de octubre a marzo, pero el plan de gestión lo limita del 15 de noviembre al 31 de enero. Además de la limitación temporal, se han delimitado las pesquerías, declarándose como reservas permanentes tres ríos principales --Oiartzun, Urumea y Barbadún - y dos ríos secundarios --Inurritza y Cuenca de Andrakas. Para finalizar la gestión de la pesca se solicita la exclusión de la lista de especies que se pueden pescar en los ríos de anguila.
La segunda medida adoptada consiste en desarrollar experiencias de repoblación en dos cuencas --Oria y Barbadún - y en estudiar la posibilidad de desarrollar la acuicultura de anguila.
Otra de las medidas es la mejora del hábitat de la anguila. Así, se prevé la adecuación de diversas estructuras artificiales existentes en los ríos, tanto en las que se han construido hasta ahora como en las que se van a ejecutar a partir de ahora. En este sentido, se propone la desconexión temporal de las turbinas de producción hidroeléctrica. De hecho, un alto porcentaje de las anguilas que entran en las turbinas muere. Con esta medida se propone investigar el tema en 3-4 años para ver cómo es la evolución. Todo ello con el objetivo de crear ríos que permitan la circulación de anguilas. Además, se considera prioritario el saneamiento y depuración de los ríos.
Como última medida se establece el control de los depredadores de la anguila. Los estudios existentes en la actualidad no muestran la incidencia de estos animales en las poblaciones de anguila. Por ello, se propone la identificación, evaluación y cuantificación de estos predadores durante 3 años.
El plan vasco fue presentado en diciembre del año pasado y ahora se está desarrollando el plan español. Y es que España tendrá que unir sus planes regionales y desarrollar este año su plan nacional. A su finalización, el STECF (Scientific, Technical and Economic Committee for Fisheries) de la Unión Europea realizará la evaluación científica y técnica del Plan Nacional. Los planes aprobados comenzarán a aplicarse el 1 de julio de 2009, y los no aprobados dispondrán de tres meses para presentar las modificaciones.
Dentro de tres años, en 2012, cada país deberá presentar los datos del desarrollo del plan. Entre estos datos se indicará la proporción de biomasa que alcanza la salida al mar, el esfuerzo de pesca y la reducción, y la cantidad de anguila mayor de 12 centímetros. Así, con los datos de todos los países se realizará una evaluación estadística y científica en diciembre de 2013 de los resultados de la aplicación de los planes de gestión.