De octubre a mayo, a lo largo de todo el curso, cerca de 1.200 alumnos de Euskal Herria han estado superando cada mes las pruebas que Zernola les proponía. Han trabajado varios temas: se han convertido en divulgadores científicos y han explicado las características de los huracanes, se han sumergido en el mundo subacuático, han demostrado su destreza tecnológica, han resuelto el telescopio Hubble... Todo, combinando ciencia y juego.
Ese es el objetivo de la olimpiada Zernola: mostrar a los más pequeños que la ciencia es divertida. A muchos les puede parecer un objetivo difícil, pero los jóvenes han demostrado lo contrario.
En todas las pruebas se ha trabajado duro y se ha demostrado que tienen mucha creatividad. La presentación de los resultados se ha realizado a través de marionetas, teatro, bertsos y otros recursos, entre otros, y además, como el concurso se realiza a través de Internet, han tenido que enviarlos en formato digital. ¡No han hecho, por tanto, un trabajo duro!
La Olimpiada acaba de terminar y el 19 de mayo celebraron una fiesta en el Planetarium de Pamplona para celebrar el final de la olimpiada. Una fiesta llena de sorpresas en la que participaron más de doscientos alumnos.
El premio del primer clasificado ha sido una estancia de dos días para toda la sala, en la isla de Zuaza, que ha sido posible gracias a la Diputación Foral de Álava. El segundo clasificado tendrá la posibilidad de realizar dos días de estancia en el albergue de Plentzia, gracias a la Diputación Foral de Bizkaia. Por último, el tercer clasificado realizará una excursión a Sobrón (Álava), donde realizarán tiro con arco, canoas, escaladas y otras actividades de la mano de Sobron Abentura.
En cualquier caso, tras cada prueba, los ganadores han recibido varios premios otorgados por el Gobierno Vasco, Berria, el Aquarium de San Sebastián, la revista Gaztetxulo, el Kutxaespacio de la Ciencia, Kukuxumusu y Karpin Abentura. Y en la fiesta todos los participantes tuvieron un pequeño detalle. ¡Ganan bien, nada!