Alaitz Etxabide Etxeberria siempre ha disfrutado del mundo del laboratorio, “pero también de la industria”, ha añadido. Por eso opta por estudiar Ingeniería Química Industrial. Sin embargo, hasta el último año de sus estudios no conoció el mundo de la investigación. Precisamente, en el grupo de investigación Biomat, realizó el proyecto de fin de grado y conocía lo que era investigar. Según él, le gustó “aunitz” y se nota porque desde entonces ha seguido el mismo camino.
Así, cursó el Máster en Ingeniería de Materiales Renovables, que volvió a realizar su trabajo final en Bioma y, cuando surgió la oportunidad de realizar su tesis, no tuvo ninguna duda de continuar con ellos. Ha pasado tres años y medio realizando su tesis y la ha presentado recientemente. Aunque está contento, reconoce que la realización de la tesis no es fácil, entre otras cosas, porque hay mucha presión y competencia para publicar trabajos en un plazo limitado, para realizar estancias en el extranjero, para asistir a congresos científicos, para obtener subvenciones… “Al final hay que mover a un investigador mucho, además de investigar un tema concreto”.
Eso le sorprendió. Sin embargo, afirma que a lo largo de la tesis ha estado “muy satisfecha”: por el tema, por los compañeros, por el ambiente… Y los resultados también han sido muy buenos: “Ampliado a diferentes aplicaciones. Al principio se trataba de investigar un material para envasar alimentos, pero luego vimos que el gelatín investigado podía tener muchas aplicaciones en medicina”. Se pusieron en contacto con otros grupos y, en colaboración, han desarrollado un material médico apropiado.
La aplicación médica de los materiales desarrollados satisface mucho a Etxabide, pero también concede gran importancia a la ausencia de impactos ambientales: “Son totalmente biodegradables y en la fase final de compostaje no tienen ningún efecto negativo. Por tanto, tenemos una solución para superar el problema de los plásticos”.
El hecho de que la industria no apueste por ello con una solución, da “rabia” a Etxabide: “Yo he trabajado en laboratorio, pero si las técnicas que he utilizado ya están en la industria, no tienen que hacer mucha inversión. ¿Qué pasa? Que no tienen presión legal para realizar este cambio y que no tienen ningún interés”. En cualquier caso, no se resiste: “Yo creo que poco a poco va a pasar el cambio”.
De momento, considera que los pasos que se están dando en la industria no son suficientes para cambiar de verdad. “Por ejemplo, se están utilizando materias primas renovables pero no son biodegradables, entonces el problema no se soluciona. El biopolietileno, por ejemplo, lo obtienen del maíz, pero el producto posterior no es biodegradable. Y no se da información al respecto. La gente tira los plásticos a reciclar, pero no sabe que gran parte no se puede reciclar”.
Le gustaría seguir el camino emprendido y no cierra puertas para viajar al extranjero. Durante su tesis doctoral realizó estancias en la Universidad de Burdeos (Francia) y en la Universidad de Newcastle (Reino Unido). “Allí aprendí a trabajar junto a gente procedente de diferentes lugares del mundo, conocí otras culturas y eso es enriquecedor tanto para el trabajo como para uno mismo”.
Para finalizar, Etxabide ha reivindicado que el euskera también tiene que tener cabida en la ciencia. A pesar de su gran trabajo, ha escrito su tesis en euskera y ha utilizado el euskera para explicar su trabajo tanto en congresos (Ikergazte, Ciencia y Tecnología de los Materiales) como en revistas (Ekaia).
Alaitz Etxabide Etxeberria (Lesaka, 1990) ha estudiado en la UPV/EHU el Grado en Ingeniería en Química Industrial y el Máster en Ingeniería de Materiales Renovables y ha presentado su tesis internacional en el mismo lugar: “Control de la reacción de penetración para adaptar las propiedades de películas proteicas y biocomposites”. Ha publicado 16 artículos científicos, dos de ellos en euskera en la revista Ekaia. También ha tenido la oportunidad de hablar en euskera e inglés. En 2016, siendo estudiante de PhD, recibió el premio a la mejor conferencia de la mano de la revista Elsevier.