¿El siguiente coche, eléctrico?

Carton Virto, Eider

Elhuyar Zientzia

Después de lo vivido el pasado mes de febrero en Donostia, todo parecía hecho y listo. Los coches eléctricos sí o sí y que sustituirán inmediatamente a los coches convencionales. Sin embargo, las personas que desarrollan y venden estos coches eléctricos no tienen tan claro que los coches y el mercado estén listos. Y es que las dificultades a superar no son raras.

Desde el punto de vista tecnológico, el mayor reto está en las baterías. Uno de los retos es idear el desarrollo de baterías baratas que podrán desarrollarse en serie, y el desarrollo de baterías que doten a los coches eléctricos de una mayor autonomía que la que tienen ahora. Sin embargo, los que lo están haciendo afirman que se trata sobre todo de una cuestión de tiempo y que en un plazo de dos años serán capaces de alcanzar esos objetivos.

El mercado y nuestro modo de vida son más difíciles de superar que las barreras tecnológicas. Y es que el coche eléctrico supone grandes cambios. Estamos acostumbrados a coches de gran potencia y autonomía, a llenar el depósito en tres minutos y a tener la libertad de recorrer 700 kilómetros. Sin embargo, los coches eléctricos nos van a proporcionar 200 kilómetros de autonomía a lo mejor, y el lugar, cómo y a qué velocidad vamos a cargar el coche sigue siendo un problema sin resolver. La red eléctrica tiene capacidad para recargar varios millones de coches eléctricos por la noche, pero nuestro modo de vida y nuestros alojamientos no están pensados ni adaptados para ello. Y estoy convencido de que necesitaremos algo más que incentivos económicos para poder cambiar a los coches eléctricos en masa. Sin duda, los coches eléctricos tienen un papel fundamental en el impulso de los gobiernos y las instituciones públicas, pero el confort será fundamental para atraer y satisfacer a los compradores. Difícilmente renunciamos a ello.

Finalmente, también es, en cierta medida, irónico. ¿No estamos cambiando todo para seguir igual? Sustituiremos el petróleo por electricidad y seguiremos adelante, en la confianza de que hemos dado un gran avance, orgulloso, pero ¿cada cual dependiendo de su coche? Los coches eléctricos son mejores que los convencionales, pero sería inexcusable que en esta transición no demos sacudidas a nuestro modelo de movilidad.

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