La supervivencia humana media ha aumentado en 20 años respecto a hace cien años. Sin embargo, los científicos no creen que se vaya a alargar mucho más en los próximos cien años. Además, en definitiva, lo que hemos conseguido ha sido retrasar la muerte, pero como este logro no ha venido en todos los casos de la mano de la mejora de la calidad de vida, el envejecimiento de la población ha dejado consecuencias directas en la sociedad: tenemos miles de personas mayores con dependencia física total, mental, intelectual o sensorial, que necesitan un cuidado de 24 horas.
Y es que el objetivo no debería ser alargar la vida, sino vivir bien hasta el final del año en el que vivimos. Alargar los años sanos. Hemos querido traer a este número los nuevos retos que está teniendo la ciencia en este campo: retrasar el propio proceso de envejecimiento, ya que hasta ahora hemos estado tratando enfermedades derivadas del envejecimiento –demencia, cáncer, enfermedades del corazón…–, como nos ha reconocido Ander Matheu, del centro de investigación BioDonostia.
En los últimos tiempos se han producido grandes avances científicos y parece que retrasar el proceso de envejecimiento puede, de paso, poner en peligro la superación de los límites de la vida. Sin embargo, los científicos son cada vez más conscientes de que la supervivencia máxima tiene un límite insuperable.
El hecho de querer cambiar el propio proceso de envejecimiento también conlleva el riesgo de que el propio envejecimiento sea considerado como una enfermedad, y es importante tener claro que no es una patología sino un proceso fisiológico propio de la vida. De hecho, deberíamos reflexionar sobre si el deseo de posponer la vejez no se basa en la dificultad de aceptar la muerte.
Aprovecho la ocasión para presentarme: Soy Aitziber Agirre Ruiz de Arkaute. Vitoria-Gasteiz. Por formación, doctor en Bioquímica y, de oficio, periodista científico. A partir de ahora, el nuevo director de la revista Elhuyar Zientzia eta Teknologia. Tomaré el relevo de Eider Carton Virto, que ha sido directora durante doce años. Es un reto que los lectores respondan a lo que necesitáis y esperáis, sobre todo en los últimos tiempos del cambio que vive el periodismo y la revista Elhuyar en general. Menos mal que la revista tiene un equipo de trabajo con mucha experiencia. Gracias a vosotros, los compañeros, me he aferrado con ganas a este nuevo trabajo.