Cuestionario de molinos de viento vascos

Barcena Hinojal, Iñaki

Zuzenbidean lizentziatua, Gizarte eta Politika Zientzietan doktorea eta Ekopol ikerketa-taldeko kidea

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Ed. José Angel Urquia Goitia/CC40

¿Son los nuevos quijotes los ecologistas vascos? En los últimos 50 años, en sus carteles y publicaciones, el símbolo de los aerogeneradores ha aparecido casi siempre como un carácter alternativo y positivo, y ahora… “en los montes no” podemos encontrar banderas y pancartas en diferentes valles del País Vasco, lamentando nuevos gigantescos generadores eólicos. ¿Qué está pasando? ¿De dónde y por qué viene este cambio?

Haciendo una mirada al mapa del País Vasco, nos damos cuenta de que estas instalaciones eólicas industriales están diseminadas por nuestra geografía de una forma muy asimétrica. Cero en el mar y ninguno en el Norte. dos en Bizkaia (Abra y Oiz), una en Álava (Badaia) y otra en la frontera con Gipuzkoa y Álava (Elgea-Urkila). En el territorio de Navarra contamos 32 parques eólicos. ¿Por qué tanta diferencia? ¿Porque Navarra es más ancha? Sí, pero entonces habría 7-8 en Navarra proporcionalmente. O 25 instalaciones en la CAPV. ¿Dónde está el collado de ese desequilibrio?

Hay otro dato curioso. Las iniciativas de estas instalaciones eólicas industriales nacieron tanto en Navarra como en la CAPV de instituciones públicas, pero actualmente se encuentran en manos privadas en ambos espacios autonómicos. Todos. ¿Por qué esa privatización?

Sin embargo, ahora el fondo del conflicto no se centra en los aerogeneradores que tenemos, sino en los que vendrán. ¿Por qué? ¿No es esta una alternativa que los ecologistas siempre han reivindicado? ¿No quieren hacer una transición energética de petróleo y combustibles fósiles a energías renovables?

En mi humilde opinión, la transición energética, como ha ocurrido con el desarrollo sostenible o con la democracia participativa, se ha convertido en una palabra pol(is)émica, un mero significante en el que cada agente introduce lo que quiere. Y ante la crisis energética en la que estamos, y eso lo niega pocos, encontramos opiniones muy diferentes y contradictorias entre los agentes socio-políticos de Euskal Herria. Y creo que no hay espacio para el debate democrático, ni voluntad institucional.

¿Por qué no hay planificación? ¿Por qué han surgido tantos nuevos proyectos tras la pandemia y no se discute cuánta energía eléctrica necesitamos? ¿La propiedad será pública, comunitaria o privada? ¿Cuántos aerogeneradores necesitamos y dónde pueden colocarse? ¿Por qué en los montes sí? Según marca el “PTS” de la CAPV o no? Estas preguntas parecen ser un pecado grave contra la lógica del mercado libre y no son políticamente correctas.

Los vascos tenemos una enorme deuda ecológica con otros países. Sobre todo por los recursos energéticos, materiales que consumimos y las contaminaciones que generamos, como el CO2. Por eso, los pasos a favor de la energía solar son imprescindibles para saldar esa deuda.

El pasado año, nuestro grupo de investigación organizó tres mesas redondas con quince agentes sociopolíticos (institucionales, activistas, empresas, académicos…) sobre el tema de las energías renovables. ¿Consensos? La urgencia de acabar con la dependencia energética, por vías democráticas y cambiando las prácticas sociales. Por el contrario, encontramos once discrepancias directamente aplicables al conflicto de aerogeneradores. Para simplificar, los argumentos pueden deslizarse en tres ejes. Por un lado, el crecimiento sostenible y la necesidad de la ciencia de las teclas, donde la energía se entiende como una mercancía. En ese sentido, podemos situar el decrecimiento y el discurso del ecofeminismo, donde hay que buscar nuevas lógicas para cambiar radicalmente el modelo energético. Y a medio camino un discurso pragmático, basado en la viabilidad de la transición energética, que toma como punto de partida el modelo social actual, diferenciando la meta y el camino. ¿Cuál es hoy el más fuerte? El primero sin duda. ¿Se pueden unir los otros dos? Tal vez.

¿Para qué aprendimos energía de activistas brasileños hace tiempo? ¿y para quién? dicen que las preguntas principales son para responder. ¿Estamos de acuerdo?

-> Parques eólicos, transición justa y cambio climático

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