La apnea provoca ronquidos y cortes respiratorios durante el sueño. El enfermo puede sentarse cientos de veces por la noche y tiende a dormirse en cualquier momento durante el día. En algunos casos se realizan cortes para extender la faringe, con el fin de aumentar el paso de aire a los pulmones, pero en el 50% de los casos la situación no mejora.
El Hospital Universitario de Valencia ha utilizado resonancia magnética para comprobar por qué la operación no funciona y ha obtenido resultados interesantes. Durante el sueño, la parte superior de la faringe se estrecha mucho, especialmente entre quienes sufren apnea. En ellos, la tubería es un 85% más estrecha que cuando están dormidos. Por otra parte, han comprobado que la dureza de la pared de la faringe tiene mucho que ver en los errores operatorios. Es decir, aunque la faringe se expanda operativamente, la estructura y el comportamiento muscular deben ser tenidos en cuenta en las operaciones.