Las sondas permiten la entrada o salida de algún líquido en un conducto o cavidad corporal. Sin embargo, tal y como se ha podido comprobar recientemente, estos aparatos largos y finos pueden tener otro efecto sobre los pacientes a los que las sondas tienen que recurrir con frecuencia. Según la reciente encuesta realizada por el Instituto Francés de Epidemiología, las infecciones del aparato urinario son mucho más frecuentes entre los pacientes que han utilizado la sonda con frecuencia. En consecuencia, se recomienda el uso de las sondas únicamente en los casos estrictamente necesarios.