La idea plasmada en el título de este apartado ha sido expuesta en películas y cuentos de ciencia ficción. En una historia llamada "Alicia en el maravilloso pueblo", entre otras cosas, Alicia cayó en un agujero negro y apareció en el mundo condensado. Ahora parece que esta idea no es tan ficción.
Los agujeros negros han sido considerados desde siempre como pozos cósmicos. En el fondo de estos pozos se ha considerado que existía una estrella comprimida hasta el infinito de su masa, pero, según las nuevas teorías que existen ahora al pil-pil, la materia absorbida por el agujero negro no se condensa hasta el infinito y, además, puede formar fuentes blancas.
En un artículo escrito por el físico Amos Ori en la revista "Nature" afirmaba que la materia contenida en los agujeros negros no se condensa hasta el infinito y para poder definir el estado general de los agujeros se necesitan cuatro parámetros: la masa del agujero negro, su carga eléctrica, su momento angular y la correspondiente a los monopolos magnéticos (este último, si existe).
Otros físicos, trabajando los parámetros mencionados por Amos Ori, han llegado a conclusiones similares, es decir, en los túneles con orificios negros hay fuentes blancas. Algunos físicos afirman que los túneles no son estables, es decir, que permanecen durante un periodo de tiempo determinado y que la materia introducida en ese periodo se escapa a intervalos.