La ciencia occidental, desde su nacimiento hasta la actualidad, ha jerarquizado el universo para luego aplicar el conocimiento científico a este universo. La estructura más compleja que se ha desarrollado en la evolución de nuestro planeta es la sociedad. Para comprender y aprender un complejo grupo de seres humanos en constante movimiento hemos inventado la Sociología y el elemento fundamental de esta rama de la ciencia es la clase social. Pero si seguimos el hilo que va de lo más complejo a lo más simple, veremos que el conjunto de la sociedad está formado por individuos que son seres humanos.
El ser humano es un ente inteligente y para comprenderlo y analizarlo hemos tenido que inventar la Neuropsicología. En esta rama de la ciencia el elemento referencial es la neurona. El ser inteligente es un universo complejo y a la vez un conjunto de células. Para explicar el funcionamiento de estas células se ha tenido que inventar la Biología. Las células están formadas por moléculas y para comprender el comportamiento de las mismas ha sido necesario crear un campo científico llamado Química.
Este desarrollo no termina por tanto, ya que los elementos básicos de las moléculas son los átomos. La Física es la disciplina más poderosa para comprender el mundo invisible de los átomos. Dentro de los átomos tenemos núcleos (formados por protones y neutrones) y para conocer y controlar este subuniverso se ha creado la Física nuclear. Y sabemos que hay partes más pequeñas que los protones y los neutrones: los quark.
La historia de la ciencia occidental, como se ha visto anteriormente, se ha centrado en la jerarquización de los elementos presentes en el universo y sigue en la misma línea, para lo que se están construyendo constantemente aceleradores cada vez más caros. Por mi parte, cada vez tengo más claro que la ciencia no es un conocimiento abstracto, sino un sistema especial construido por una sociedad para alcanzar objetivos concretos.
No debemos olvidar que nuestra ciencia nació en Europa hace unos 400 años con el capitalismo. Y, sin duda, esta ciencia ha repetido los valores básicos de la sociedad en la que ha nacido. Podríamos decir que la jerarquización de nuestra ciencia, que hemos mencionado anteriormente, no es más que el reflejo de una sociedad jerarquizada en las clases. Una sociedad no puede crear un pensamiento contradictorio con su esencia. Y la ciencia es un tipo de pensamiento.
Pero en este planeta no todos pensamos igual, ni siquiera filosofamos. Por ejemplo, para la filosofía oriental Natura no es un sistema jerarquizado. Para esta filosofía, el universo es un sistema interconectado. El universo entero no está lleno de partes (fracciones o átomos). Como está conectado, todas las partes tienen el mismo valor y la grande no está por encima de la pequeña. En lugar de ordenar la jerarquía del universo dentro de una línea recta (a través del tamaño de los seres), los ordenan en línea cerrada. Parte de este círculo es consecuencia de lo que está detrás y la causa del siguiente. Pero si nos situamos en otro punto de ese círculo, la primera causa puede convertirse en un efecto sin problemas.
El proverbio mágico de esta filosofía científica sería: "Tal y como se necesitan las partes para el cumplimiento del todo, para que sean partes es necesario el todo". Si la naturaleza tuviera ese comportamiento, la ciencia occidental nunca lograría su objetivo de encontrar la fracción más pequeña de la materia. Porque no hay fracción mínima (absoluta).