Si la célula muere, es señal de que hay compuestos tóxicos

Los investigadores del MIT han realizado un sensor de presencia de sustancias tóxicas a partir de una célula. Esta célula se encuentra en la pared que separa dos fluidos y, si está viva, la membrana de la célula impide el paso de la electricidad de un lado a otro. Sin embargo, si hay algún tipo de sustancia tóxica, la membrana se deteriora, por lo que la célula deja pasar la electricidad.

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