La parte olfativa aumentó el cerebro a los primeros mamíferos

Según un estudio publicado en la revista Science, los antiguos mamíferos comenzaron a aumentar el cerebro a medida que aumentaba la parte del cerebro que procesa el olfato. Un equipo de investigadores del Museo de Historia Natural Carnegie ha llegado a esta conclusión, analizando los cráneos de los dos protomamíferos más antiguos conocidos. De hecho, mediante el escaneo de cráneos mediante tomografía computarizada, se han obtenido imágenes virtuales tridimensionales de la estructura de los cerebros a partir de las huellas del cerebro y de los huecos que se han dejado en el interior del cráneo.

Los animales analizados fueron dos fósiles del género Morganucodon y Hadrocodium, descubiertos en China en 1986. Las imágenes de estos dos animales fueron posteriormente contrastadas con fósiles de siete cinodónomos (reptiles íntimamente relacionados con los antiguos mamíferos), con los cerebros de 27 mamíferos de hace entre 190 y 65 millones de años y con los 270 mamíferos actuales.

La conclusión del estudio es que el cerebro de los mamíferos evolucionó en tres etapas. Hace 190 millones de años, el cerebro de Morganucodon era un 50% más alto que el de los cinodontos, y tenían ampliadas las zonas que procesan el olfato, como el bulbo olfativo. Al poco tiempo apareció Hadrocodium, el pariente más cercano de los mamíferos contemporáneos, también tenía un cerebro un 50% superior al de Morganucodon, y a él también se le aumentó más en zonas ligadas al olfato. Por último, hace 65 millones de años, con la aparición de los mamíferos modernos, las partes del cerebro que engloban todos los sentidos aumentaron.