Lo que sucedió en los primeros momentos del Big Bang en el universo se ha repetido en el centro de investigación CERN de Ginebra. Por lo tanto, en la historia del Universo han retrocedido más que nadie, hasta los primeros microsegundos del Big Bang.
Si realmente empezó el cosmos con el Big Bang, sabemos que en los primeros microsegundos explosionados el Universo era una sopa de elementos básicos, quark y gluones. Todas ellas funcionaban a una densidad energética 20 veces superior a la existente en el núcleo del átomo. Dicho de otro modo, el Universo era totalmente denso e incomparable en los primeros momentos del nacimiento, y no se parece a lo que los físicos habían visto hasta ahora en la naturaleza o en los aceleradores de partículas. Más de 350 físicos de todo el mundo han podido ver la materia en los laboratorios CERN de Ginebra a diferencia de lo que ocurría hasta ahora.
Desde el año 1986, los equipos científicos internacionales han trabajado en la formación de un plasma de quark/gluón, anunciado por la teoría (pero nunca detectado hasta ahora). De hecho, las quarkas se mantienen "pegadas" entre sí por gluones, es decir, partículas sin masa ni carga y transportadoras de la interacción violenta de quarks. Sin embargo, los quarks se encuentran dentro de partículas mayores (protones o neutrones). Quark y el plasma de gluón, por lo tanto, duró muy poco tiempo (sólo en algunos microsegundos) y fue el antecesor de la materia nuclear.
Para la obtención de esta sopa original se ha necesitado un rayo de gran energía de los átomos acelerados de plomo (33 teraelectronvoltios). Este rayo choca en siete detectores. Al chocar con núcleos pesados de muy alta energía, se han producido 100.000 veces la temperatura del centro del Sol, liberándose de ella en una enorme densidad energética. En esta situación se han superado las fuerzas que finalmente mantienen las quarkas dentro de partículas más complejas. Una vez superada la barrera, quarks y sus acompañantes han podido flotar libremente durante un tiempo (sólo 10-24 segundos). Después, a medida que el medio se ha enfriado, vuelven al interior de la materia.
Con la creación de esta sopa original de gluón y quark se ha producido una nueva dimensión desconocida de la materia. El nuevo acelerador de partículas del Laboratorio Nacional de Broohkaven, que se inaugurará en Long Island, en Nueva York, o el nuevo acelerador de hadrones que se estrenará en el CERN en el año 2005, tratará de descifrar este territorio desconocido.