Investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia han creado un útero artificial que imita las condiciones de un auténtico útero. Se trata de una bolsa cerrada, llena de un fluido parecido al líquido amniótico y dotada de un sistema de aporte de oxígeno y nutrientes a la cría. Ya lo han probado con corderos muy precoces (como niños prematuros de 23-24 semanas) y han conseguido vivir 28 días allí. Los investigadores han afirmado que los órganos de los corderos han seguido desarrollándose adecuadamente, así como los pulmones y el cerebro.
En el caso de los niños prematuros, cada vez se consigue sobrevivir y nacer en las 22-23 semanas de gestación, con apenas 600 gramos, pero el desarrollo de los órganos es tan crítico a esa edad (sobre todo de pulmón y cerebro), que al nacer sufren enfermedades pulmonares crónicas y otras complicaciones. Por ello, los investigadores buscan un sistema más parecido al del útero que las incubadoras, por ejemplo, para que los niños no tengan que respirar aire en las fases de desarrollo tan tempranas, cuando aún no estén listos sus pulmones. Si se lograse un cierto útero artificial para el uso con niños, se retrasaría este momento durante un mes, superando así el límite de los daños más graves. Por el momento, sólo han probado con corderos.
Llevan muchos años buscando un útero artificial y hasta ahora los resultados han sido escasos. En este útero artificial que han desarrollado, la sangre llega al cordero mediante un cordero sintético. Pero no tiene sistema de bombeo de la circulación sanguínea, ya que el corazón de los corderos aún no soportaría un sistema de circulación exterior. Por eso es el cordero el que, a través de su corazón, toma los ingredientes que necesita. En los ensayos realizados hasta la fecha, sin sistema de bombeo, los corderos sufrían daños cerebrales que no sobrevivían más de 60 horas. Pero esta vez han sobrevivido durante casi un mes.
Por otro lado, el útero artificial tampoco tiene sistemas de ventilación, ya que los pulmones de los corderos no pueden respirar aire. Al igual que en el útero, el cordero está sumergido en este fluido parecido al líquido amniótico en el que intercambian oxígeno y dióxido de carbono.
Según los investigadores, el desarrollo de este útero artificial ha supuesto un gran avance, pero ha sido reconocido como alejado del uso humano. Por un lado, habría que desarrollar un fluido similar al líquido amniótico del ser humano, y han afirmado que la unión del sistema con el cordón puede ser más difícil que en los corderos.
La investigación ha sido publicada en la revista Nature Communications.