Investigadores japoneses dan un paso más en la lucha contra los CFCs. El Centro de Investigación de Osaka ha desarrollado una nueva tecnología para la eliminación de sustancias de efecto invernadero, que se pondrá próximamente en el mercado.
En 1987, los Estados se comprometieron en Montreal a reducir el uso de CFCs y los daños causados por ello. Como sabemos, no todos han cumplido la palabra dada. En cualquier caso, la acumulación y eliminación de los CFCs es un problema político y técnico. Los CFCs deben almacenarse y tratarse a altas temperaturas, lo que supone un coste elevado.
La nueva tecnología utilizada por los investigadores japoneses ha solucionado este problema. Descomposición de CFCs por ultrasonidos en el centro de investigación de Osaka. Los átomos de esta sustancia fueron sumergidos en el agua y atacados por rayos ultrasónicos imperceptibles por el ser humano. De esta forma se renovó el efecto que se obtiene a altas temperaturas y utilizando gases ionizados, es decir, la eliminación de los CFCs.