El año pasado se produjo un grave accidente en el hospital británico Northwick Park. Un medicamento probado en animales fue probado con voluntarios y seis de ellos se vieron en peligro de muerte por reacción inesperada del medicamento.
Ahora, la investigadora Marelli-Berg del Imperial College de Londres ha dado a conocer una teoría sobre la que surgió la reacción inesperada. En su opinión, la clave puede estar en los monos utilizados en los experimentos.
El compuesto que se estaba probando se llama TGN1412. Actúa sobre el sistema inmunitario. Los investigadores querían activar algunas células del sistema inmunitario para tratar enfermedades como la artritis.
Sin embargo, provocó una reacción desproporcionada en las personas. En concreto, promovió la respuesta de las células auxiliares T del sistema inmunitario que pusieron en marcha otros mecanismos del sistema inmunitario. Como la reacción era tan dura, todos los órganos empezaron a fallar.
¿Por qué no pasó eso a los monos? El investigador Marrelli-Berg cree que los monos del laboratorio están protegidos de las infecciones, ya que el lugar es casi estéril y por ello no tienen muchas células auxiliares T. En consecuencia, TGN1412 les provocó una leve reacción.
Sin embargo, no todos los expertos coinciden con la teoría. Hay quien opina que los monos no están tan limpios, ni siquiera en el laboratorio, y puede que su sistema inmunitario no sea igual al de las personas y que haya otras reacciones, en este caso más bajas. Para evitar que esto vuelva a suceder, antes de probarlo con voluntarios proponen probarlo en las culturas de las células humanas.