Según un estudio realizado por el grupo de estudio de tuberculosis e infecciones respiratorias en la Sociedad Nacional de Neumología y Cirugía Torácica, cada año aparecen más de 20.000 casos de tuberculosis.
Dado que no se declaran todos los casos y la escasa concienciación de las autoridades sanitarias sobre el problema, se desconoce el estado de la epidemia. Por ello, el grupo antes mencionado está recopilando datos desde 1988. De acuerdo con la información recopilada, la prevalencia de la enfermedad es del 1% para las personas mayores de 6 años y del 3% para las personas mayores de 14 años. La tasa media de nuevos casos anuales en los últimos 5 años ha sido de 36 casos por 100.000 habitantes, superior a la de otros países desarrollados. Según este grupo, esto demuestra que la lucha contra la tuberculosis en las últimas décadas ha sido insuficiente. Por lo tanto, todavía estamos muy lejos de controlar la enfermedad porque año tras año se detectan más casos.
En comparación con otros Estados de la Unión Económica Europea, después de Portugal España es el país con mayor prevalencia de tuberculosis y ocupa el primer lugar en números absolutos.
Otra de las consecuencias es que la tuberculosis está muy extendida entre los jóvenes. La curva epidemiológica resultante es más parecida a la de los estados en desarrollo que a los países industrializados.
Existen otros países desarrollados que han aumentado los casos de tuberculosis. En países como Suiza, Dinamarca, Italia, Japón o Estados Unidos, se ha observado un aumento que va desde el 10% hasta el 35%.
En relación a este tema, cabe mencionar que en la Facultad de Medicina de Zaragoza y en colaboración con la Asociación Económica Europea (CEE) se ha puesto en marcha un proyecto de investigación con el objetivo de encontrar una vacuna eficaz contra la tuberculosis. Con este trabajo se pretende mejorar su eficacia mediante la transformación de la única vacuna existente actualmente (BCG). Con la vacuna BCG sólo se obtienen resultados positivos en el 70% de los casos y esta eficacia por sus incidencias no se utiliza en grandes campañas de vacunación. Ahora se pretende conseguir una eficiencia del 100% en los Estados desarrollados y, sobre todo, para combatir las bacterias resistentes que empiezan a aparecer en los SIDA.
Responsable de Investigación Responsable del Departamento de Microbiología Molecular y Salud Pública C. Martín Montañés contará con la colaboración del Instituto Pasteur de París, el Hospital Hammersmith de Londres y las Universidades de Cantabria y Lisboa.
Otro de los objetivos de esta investigación será que la vacuna obtenida tenga efectos múltiples, es decir, que sea también eficaz contra otras enfermedades (tetanos, polio o tosferina). La investigación básica se quiere llevar a cabo en 3 años y posteriormente se prevé la experimentación de otras vacunas.
El EVE ha concedido una ayuda de 140 millones de pesetas (7 millones de libras) para la realización de manipulaciones genéticas de la denominada “micobacteria simegmatis”. Esta bacteria es similar a la “micobacteria tuberculosis” que produce tuberculosis y permite realizar experimentos rápidos en laboratorio. Con estas manipulaciones se pretende conseguir una cepa no agresiva, que se puede utilizar como vacuna y que sea más eficaz que BCG.