La moratoria contra los transgénicos llega a su fin

La moratoria no oficial establecida por la Comisión Europea contra los productos modificados genéticamente podría estar a punto de finalizar. La Comisión considera que es hora de reconocer que los transgénicos no son peligrosos para la salud. Sin embargo, antes de conceder las autorizaciones de producción de transgénicos, pretende poner en marcha mecanismos que aseguren una identificación exhaustiva y un seguimiento exhaustivo de estos productos. La decisión puede entrar en vigor a finales de año. La propuesta de la Comisión Europea ha recibido fuertes críticas de Greenpeace. Según ellos, se ha propuesto en beneficio de los sistemas multinacionales de control de transgénicos y no de los consumidores. El europarlamentario irlandés también ha afirmado que la intención de la Comisión es insultar a los consumidores europeos. Y no es la única. Varios de los países que componen el Parlamento Europeo se oponen a la abolición de la moratoria, entre ellos Francia, que presidirá la Unión Europea en los próximos seis meses. Los transgénicos, por tanto, traerán un intenso debate al Parlamento Europeo.

La Comisaria Europea para la Protección de la Salud y los Consumidores opina que con la propuesta se asegura que Europa Biotecnología no se detendrá en el campo científico más importante y que, al mismo tiempo, quieren proteger la salud pública, el medio ambiente y la biodiversidad. Para ello, ha argumentado que las investigaciones que se están llevando a cabo en todo el mundo han concluido que los transgénicos no son peligrosos para la salud. Indica que el sistema de identificación de transgénicos es totalmente científico y riguroso y que los consumidores recibirán toda la información sobre lo que están comprando. Al mismo tiempo, la Comisión Europea teme que las compañías productoras de transgénicos ganen el juicio contra la prohibición. Entonces, sin tiempo para completar ninguna normativa estricta, los transgénicos deberían comercializarse. La propuesta sería, por tanto, la prevención. Tampoco hay que olvidar la competencia comercial y científica con Estados Unidos.

Desde 1992 unos 18 productos transgénicos (cultivos, vacunas, flores, etc.) fueron autorizados para su uso en Europa. Otros 14 están pendientes de aprobación, si bien desde 1998 ninguno ha obtenido autorización. Si se acepta la propuesta de la Comisión, se abriría el mercado para todos ellos.

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