Hace dos años los científicos empezaron a explorar en detalle Titán, el mayor satélite de Saturno. De hecho, las imágenes tomadas por la nave espacial Cassini y las medidas tomadas por la sonda Huygens han revelado que en la superficie de este frío mundo hay canales y lechos de río secos recientemente formados. Si fuera así, sería el primer ejemplo de acumulación regular de líquidos en todo el sistema solar más allá de la Tierra. ¿Cómo se pueden formar estas estructuras en un paraje tan frío? ¿Son provocados por la lluvia? Y si es así, ¿qué tipo de lluvias?
Los doctores de la UPV, Ricardo Hueso y Agustín Sánchez Lavega, proponen en el estudio publicado en la revista Nature que en Titán se producen gigantescas nubes de trueno formadas por vapor de metano. Según los cálculos realizados, estas potentes nubes de truenos pueden llegar a alcanzar los 35 kilómetros de superficie y de abajo a arriba, y emiten numerosas gotitas de metano, al igual que las fuertes lluvias torrenciales que se producen por culpa de los truenos terrestres. Estas precipitaciones permitirían crear y fluir en Titán pozos de metano líquido y ríos capaces de formar los canales observados.
Los investigadores han hecho esta hipótesis porque han visto desde la órbita de Cassini y desde los grandes telescopios de la Tierra nubes brillantes tomadas repetidamente en lugares muy concretos. Uno de los lugares donde se forman más masas de niebla anchas es el polo sur. En la región polar hace más calor en verano que en cualquier otro lugar del satélite, es decir, aumenta ligeramente la temperatura y se genera energía para formar truenos, según los investigadores. Así, descubren que uno de los elementos clave para la formación de los truenos titanes son las pequeñas partículas llamadas núcleos de condensación. Estas partículas permiten el crecimiento de las ttanttas de metano y la formación de nieblas de trueno. Este metano estaría presente en la atmósfera en pequeñas cantidades.