Investigadores del Instituto de Tecnología Massachusetts (MIT) han presentado un novedoso sistema de generación eléctrica aprovechando la diferencia de temperatura entre el día y la noche.
A pesar de que por el momento han declarado que consiguen una potencia baja, sus ventajas respecto a otros generadores de electricidad basados en la diferencia de temperatura son claras: basta con una diferencia de 10ºC y no tiene por qué ser simultánea, no necesita batería ni sol. Es más, se puede utilizar ligado a cualquier cosa que produzca diferencia de temperatura.
La clave está en el material. Para hacer un sistema de este tipo, se necesitaba un material que transportara bien el calor y lo acumulara bien. Sin embargo, los buenos transportadores no acumulan bien y viceversa. Finalmente, la unión de tres materiales ha conseguido lo que necesitaban: una espuma de metal de cobre o zinc, envuelta en una capa de grafeno y metida en una cera llamada octadecano.
También ha participado la Universidad de Ciencia y Tecnología del Rey de Arabia Abdullah Saudí (KAUST), que espera aplicar a la red de sensores de tubos de gas y aceite. El estudio ha sido publicado en la revista Nature Communications.