Aunque se ha anunciado una y otra vez que ordenadores, Internet y correo electrónico iban a destruir el papel, la realidad da una imagen muy diferente. Dos investigadores británicos, en su libro titulado ‘El mito de la oficina sin papel’, han analizado la relación entre las nuevas tecnologías y el consumo de papel y han concluido que las nuevas tecnologías han supuesto un mayor consumo de papel. Por ejemplo, en las oficinas en las que hay correo electrónico el consumo de papel ha aumentado un 40% (estos cálculos no incluyen los documentos impresos desde Internet). ¿Y por qué? Entre otras cosas, porque los soportes electrónicos no son tan adecuados para leer como el papel.
Por ejemplo: quien está trabajando con un documento, puede leer por encima, o subrayar, marcar, saltar de una página a otra… todo esto se hace más cómodo en el papel que en el ordenador. Aunque se ha recurrido a soportes electrónicos para rellenar, buscar y archivar documentos, el papel no ha perdido fuerza.