En una encuesta realizada sobre las drogas en general y comparadas entre sí, se reconocen al tabaco las siguientes características de interés. El humo de tabaco, considerado como una droga irritante baja, se respira sobre todo asado con cigarrillos, puros o pipas, y en un principio produce al fumador síntomas incómodos con estimulación parasimpática: exaltaciones, sudor frío, ralentización de los latidos cardíacos, etc.
Sin embargo, estos síntomas que aparecen al quemar los primeros cigarrillos desaparecen y, a falta de efectos parasimpáticos, se recurre habitualmente a dosis cada vez mayores, siendo para muchos más el hábito social que el hábito de toxicómano. En este sentido tendrá que ver con la legalización de la venta de tabaco (excepto para los menores).
Sin embargo, su patología crónica es asustante: cáncer de pulmón, insuficiencia respiratoria, alteraciones de los vasos sanguíneos, úlceras gástricas, hipotrofia del niño en embarazadas fumadoras, etc. Algunas enfermedades de la lista son.