Según investigadores de tres universidades del Reino Unido y de Australia, la serotonina transforma completamente las otis desérticas (insectos similares a los saltamontes). Estos animales pueden producir en pocas horas huertas y plagas capaces de destruir campos debido a la serotonina.
Los langostas del desierto (Schistocerca gregaria) son, en general, animales solitarios que no resultan llamativos. Sin embargo, cuando su densidad llega a un determinado límite, se convierten en animales gregarios. Se ayudan mutuamente, se reproducen muy rápido y se mueven a miles de kilómetros de su hábitat habitual. A la vez que cambian de postura, cambian de forma y color.
De todo ello es responsable la serotonina. De hecho, en algunos experimentos realizados por investigadores han visto que el bloqueo de la actividad o producción de la serotonina no se convierte en gregario. Sin embargo, si se fomenta la producción de serotonina se convierten en gregarios sin más estímulos.