Science ha publicado una nueva hipótesis para explicar el origen de los anillos de Saturno y la inclinación del planeta. La investigación, liderada por los astrofísicos del MIT Massachusetts, Instutu de Tecnología, señala que los anillos de Saturno nacieron de la desintegración de una luna. Este hecho explica la inclinación del planeta. Para llegar a estos efectos se han utilizado los últimos datos y simulaciones numéricas que recibió la sonda Cassini antes de actuar contra el planeta.
El planeta recibe el nombre de crisálida. Se calcula que el tamaño aproximado de la luna Iapetus, de unos 1.470 kilómetros de diámetro, es la tercera luna más grande de Saturno. La hipótesis es que hace unos 150 millones de años la órbita de Krisalida se desestabilizó y se acercó demasiado al planeta. Por efecto de las fuerzas motrices, la luna se desintegró, las rocas se enfrentaron y se formaron fragmentos menores. Estos son los anillos de Saturno. Además, la hipótesis explica por qué los anillos son tan jóvenes que el planeta tiene más de 4.500 millones de años.
Por su parte, los astrofísicos consideran que este mismo hecho provocó que Saturno se inclinara 26,7º y que la órbita lunar de Titán fuese tan excéntrica. De hecho, Titán está migrando hacia fuera a gran velocidad: 14 cm anuales.