De hecho, han hecho el experimento con la intención de ver si existe esa relación. De hecho, muchos de los voluntarios manifestaron posteriormente problemas de salud, especialmente en el aparato respiratorio, y demostraron en algunos casos daños en el genoma. Pero era difícil demostrar que el origen de estos daños era el fuel, ya que no disponían de datos exactos de exposición.
Con el fin de superar este vacío, dos tipos de ratas han sido sometidas a una cámara de inhalación a una mezcla similar al fuel que llevaba el Prestige. Los resultados han sido claros: los compuestos emitidos por el fuel causan daños en el ADN y en el mecanismo de reparación del ADN, especialmente a partir del decimoquinto día. Sin embargo, uno de los tipos de ratas ha sufrido más daños que el otro.
El estudio, publicado en la revista Journal of Toxicology and Environmental Health, considera que las conclusiones son válidas para las personas expuestas al fuel, no sólo para las que limpian los vertidos, sino también para las que trabajan en yacimientos de petróleo, refinerías, gasolineras, etc.