En algunas personas el efecto placebo tiene mucha fuerza y en otras nada. Para esclarecer la razón han realizado una investigación en la Universidad de Michigan, liderada por Jon-Kar Zubieta.
Según este estudio, parece que el efecto placebo sobre las personas a las que la posibilidad de obtener el premio les produce un gran placer es mayor que en otras. Para averiguarlo han medido la cantidad de dopamina que fluye un determinado núcleo del cerebro, que es la molécula que se forma cuando se espera el premio. La dopamina es precisamente la que produce la sensación de placer.